Charles Alberti Cariili (11-11-77). Santiaguino intrínseco, escritor espontáneo desde pequeño. Caminante nocturno de cualquier ciudad, amigo de la noche. Ha participado en revistas, talleres de la Fundación Pablo Neruda y lecturas, entre las que destaca «Poesía y música en el jardín de las maravillas» durante el 2019. Además de lecturas durante el mismo año con motivo del levantamiento popular en el centro de Santiago. Actualmente es parte del colectivo Piño Choroy y espera terminar su poemario a fin de año.
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Te veo asoleándote en todas los hawais
Afirmada en el carrito de los completos venezolanos
Al lado donde busca comida ese niño vagabundo
Te veo caminando todos los forestales
Hasta la eternidad de los días bajo el primer puente
Donde estaba la caleta chuck Norris
Te veo pidiendo 4 cervezas en todos los bares de las ciudades
Donde el baño lo atiende una abuelita que ni siquiera saludas
Ahora miro mi reloj en todos los lugares céntricos del planeta
Y no me interesa nada más que mi cita
Ni siquiera recuerdo a la mama y su hijo en brazos
Que me pidieron limosna
Te veo en todos los shopping en todos los conciertos
En todos los cines y partidos de fútbol y voleibol y básquetbol
Y críquet y polo y restoranes
O siiii, los restoranes
Antros de la desigualdad…
En los viajes de turismo vestido de turista
En los old inclusive , apoyado en todas la barras de la tierra
Pidiendo todos los tragos que te corresponden
Con las cadenas de oro
y joyas, caviares
y todas esas weas
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Para ti
A veces
la poesía que pasa por mi mente,
son los segundos muertos de la gente apurada
Ellos se ríen de los caminantes grises y aburridos
Al atardecer se miran a los ojos
Y vienen a mí
esos versos locos
Ópalos brillantes que me persiguen de noche
Me enternecen las palabras escapando de algunos oscuros seres
que escuchan cumbia
y piden libertad en algún bar, a los pies del cerro
En calles alegres, con olor a orín.
Luego, te quedaste mirando lo que pasaba,
sentado en la banca verde, afuera de la farmacia
veías la gente reír
Cuando de pronto
Se te encaramaron esas palabras que venían borrachas
Tú, juntaste, entre el fragor de los completos y el payaso fome
Esas rimas que tenías tiradas en el suelo
Ya no supiste o te hiciste el loco
De donde finalmente venia el alma del poema.
Hace tiempo te decía, que la cualidad que hay que adquirir
pa’ obtener la prosa infame de la calle
es choriarse todo a cada rato
y conjugar entre la cerveza que llena el cerebro
todo, a cada instante
Como esos juegos de niños
generando incoherencia
al mezclar con alegría
todas las letras de las palabras tristes
en tiempos y separaciones imposibles
Pero esto es difícil
Muchas veces perderás todo
Yo te digo, inténtalo siempre
Saldrá otra vez, el verso inconexo y vertiginoso
Juega todo de nuevo, para quizá volver a perderlo
Un día, entre la abulia galopante de cualquier rincón
de los paraísos artificiales modernos
Nuevamente veras pasar tu verso
Y esta vez, lo anotaras de alguna forma
Es complicado, lo sé,
Pero es una forma.
Todo esto,
lo escuchó un gato gordo y arcoirico,
que cuando deja de hablar , nos dice:
la poesía en un este largo valle,
es la poesía hacia adentro.
(junio 2020)