Algo ha pasado de Joseph Heller, es una obra maestra de la literatura gringa. Inserta en la tradición literaria de los sesenta (endogámica de Carver y Cheveer), el texto narra la historia de Bob Slocum, un hombre exitoso que es visto por sus pares con envidia y admiración.
Según los parámetros de sociedad anclados en el sueño americano, Slocum lleva una vida feliz. Tiene una esposa que le complace en todo, un estatus económico para presumir y tres hijos que robustecen el concepto de familia. Como todo hombre de fortuna, posee una vida paralela que no entorpece sus convencionales ritos: tiene una amante a la que, a cambio de sexo, le entrega regalos y falsas promesas de amor.
El protagonista de Algo ha pasado es una especie de Don Draper (Madmen), pero con mayores grados de maldad y destrucción, pues va generando, sin prisa ni pausa, inquina y molestias en las vísceras del lector.
Toda esta quietud sin calma, un día se desploma. El curso de su existencia cambia. Hay un punto de inflexión que quiebra la novela: la vida y todas sus aristas le estallan en la cara.
Algo ha pasado pasó con más pena que gloria al momento de su publicación. Los críticos de la época, la basurearon por considerarla extensa y reiterativa; los lectores jóvenes no vieron en ella singularidad alguna; y grupos feministas, vieron en la narrativa de Heller una fascinación por la misoginia y la opresión de las mujeres.
Sin embargo, el incomparable John Cheveer, después de leer varios capítulos, la tiró por el balcón de su departamento. Estaba extasiado, vuelto loco, literariamente poseído. No podía creer que algo tan extraordinario había llegado a sus manos.
Hágase un favor y lea a Heller. Sus casi 700 páginas lo están esperando.