En esta ocasión conversamos con Antonio Rojas Gómez, gran escritor nacional donde nos cuenta sobre su vida como escritor y de su último libro llamado La mujer del jardinero editado bajo la editorial Forja. Quedan todos invitados a leer la entrevista.
—Cuéntanos sobre ti y el primer momento del acercamiento con la literatura.
—Aprendí a leer y escribir antes de cumplir cinco años; entonces me apasioné por los libros y la pasión permanece más de setenta años después.
—¿Desde cuándo dijiste «seré escritor»?
—De leer cuentos ajenos pasé a escribir los propios, no tenía más de seis años. No he dejado de hacerlo desde entonces y lo haré mientras continúe respirando.
—¿Qué ha sido lo más fantástico que te haya pasado como escritor?
—Lo más fantástico que le sucede a un escritor es comenzar a relatar una historia. No digo sentarse ante un papel en blanco y empezar a borronearlo. Me refiero al chispazo inicial en el cerebro, al momento en que se perfila un mundo, una nueva creación. Es solo comparable al instante en que se escribe la última palabra del relato y a sentir la misión cumplida. Eso es íntimo, personal, no tiene que ver con éxitos, con premios ni halagos de ninguna especie.
—¿Por qué quisiste ser escritor?
—Porque no pude dejar de serlo. Es lo que le otorga sentido a mi vida. Cuando finalicé la enseñanza secundaria estudié Ciencias Políticas y luego Periodismo en la Universidad de Chile. Trabajé siempre como periodista, fui desde reportero a director de medios de comunicación, profesor y director de una escuela de periodismo, pero siempre escribí literatura. No concibo mi vida sin leer y escribir.
—¿Cuál es el secreto, si se puede decir, para escribir más de diez obras literarias?
—No hay más secreto que vivir de acuerdo con lo que uno es.
—¿Cómo te sientes con tu último trabajo? Cuéntanos sobre eso.
—Todavía no empiezo a elaborar mi último trabajo. Soy un trabajador permanente y no pienso en jubilarme. Ahora, si te refieres a mi último libro publicado, curiosamente es el primero que escribí y me ha dejado muy satisfecho.
—¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha marcado como escritor?
—Creo que la experiencia decisiva para un escritor es cuando ve publicado su primer libro.
—¿Cómo fue el proceso creativo de La mujer del jardinero?
—La mujer del jardinero fue la primera novela que escribí. Tenía entonces veintiuno o veintidós años y era periodista en la radio Portales. Conocí el caso de una mujer que no podía tener hijos y decidió simular un embarazo, con lo que engañó a toda la gente que la conocía, incluido a su marido, y terminó por robar una criatura recién nacida. La historia me conmovió y un par de años más tarde decidí novelarla. El proceso fue largo. No estaba escribiendo un reportaje, sino creando un mundo paralelo, con personajes inexistentes, pero que debían resultar posibles. Yo había visto a la mujer real, había hablado con su marido cuando ella fue detenida, había visitado su casa y conocido la pieza que tenían preparada para el hijo. También conocí a la madre de la criatura robada y escuché las opiniones de los reporteros y fotógrafos que cubríamos la noticia y de los detectives que participaron en la investigación. Todos esos elementos reales no figuran en la novela. Pero está en ella el profundo sentido humano que condujo a una madre frustrada a una acción insólita, que por lo demás está lejos de ser única; cada cierto tiempo se repite la noticia de una guagua robada. Terminé de escribir la novela y la envié al concurso Pedro de Oña, y obtuve el premio. Pero yo no tenía contactos en el mundo literario y la novela nunca se publicó. Mi madre guardó el original, escrito a máquina. Y hace poco lo leyó la menor de mis hijas, que ya es una señora, y me dijo que debía publicarlo. Lo presenté a la editorial Forja y hoy existe el libro, más de cincuenta años después de ser escrito.
—¿Dónde podemos encontrar tu último libro?
—La editorial Forja tiene un eficiente sistema de distribución en librerías, pero también se puede adquirir directamente en la editorial.