Bárbara es médico y en su trabajo como escritora en «Nanai» quiso invitar a los padres a celebrar junto a esa palabra el encanto que significa nanai. Pudimos conversar con ella y nos contó para quién está dirigido este libro, por qué abordar este tema, entre otras cosas. Con ustedes, Bárbara Echeverría.
—Cuéntanos sobre ti
—Nací en EEUU de padres chilenos y ahí viví mi infancia; nos vinimos a vivir a Chile cuando yo tenía 13 años.
Con mi marido tenemos una hija de casi dos años que es nuestro sol. Soy médico, colecciono banderas de lugares donde he viajado, me fascinan los musicales y me encantan los chanchitos (por eso mi cuenta de Instagram es @chanchitachascona).
Desde mediados del 2022 volví a vivir en EEUU de manera indefinida.
—¿Qué quieres transmitir con Nanai?
—La versatilidad, el poder y encanto de la palabra «nanai», y sobre todo quiero invitar a los padres chilenos a celebrar nuestra cultura y transmitirla a las siguientes generaciones.
—¿Para qué público está dirigido?
—Está dirigido especialmente a niños pequeños, de 0-5 años, y a los padres interesados en inculcar en sus hijos desde chicos palabras chilenas tan típicas como «nanai».
—¿Cómo es la fusión entre la ilustradora y tú?
—La Trini es prima de mi marido, así que conocía su talento desde antes como arquitecto y por los dibujos que vende a través de su cuenta @lapincela. Cuando terminé el manuscrito de Nanai me dirigí directamente a ella para que lo ilustrara.
Para mí era importante que la ilustradora no sólo tuviera la capacidad artística, sino que además quería que fuera de confianza para desarrollar las ideas de este proyecto. Siento que juntas nos complementamos bien y aprendimos mucho.
—¿Por qué quisiste abordar este tema de chilenismos?
—Se dieron varias cosas juntas.
Lo que me hizo pensar en chilenismos fue escuchar a hijos de amigos hablando con frases sacadas directamente de los monitos animados, como «acariciar al bebé». Sentía que lo tenía que traducir a «chileno» en mi cabeza («hacerle nanai a la guagua»).
Empecé a pensar específicamente en la palabra «nanai» porque me di cuenta que la decía todo el día con mi hija: cuando ella tocaba las ilustraciones de los libros, cuando se acercaba a un perro, cuando se pegaba, etc.
El impulso por concentrar varios chilenismos en un libro infantil se gatilló cuando se concretaron nuestros planes de mudanza y se confirmó que pronto mi hija dejaría de vivir en Chile. Ahí me di cuenta de lo mucho que quería mantener vivo lo chileno en ella.
—¿Qué significa para ti este libro?
—Sé lo que es crecer en el extranjero. Nanai es mi forma de mantener viva mi conexión con la cultura chilena, y la de mi hija ahora que me la traje a EEUU y se repite la historia.
—¿Cómo fue sincronizar las ilustraciones con la historia?
—Todo fluyó fácilmente con la Trini.
Para el estilo general de ilustración, queríamos que los dibujos fueran simples y fácilmente comprensibles por los niños más pequeños, pero con efecto de textura para invitarlos a tocar las páginas.
Para cada ilustración específica, nos propusimos ideas mutuamente hasta llegar a la imagen que mejor representaba cada frase. Nuestra ilustración favorita es la última, en que todos los personajes le hacen nanai a la niña protagonista, ¡hasta el perrito con su lengua!
—¿Qué te dejó este libro?
—Respeto por la literatura infantil, que prácticamente no existía en mi radar hasta convertirme en madre, y que creo es un arte subvalorado.
Amor por las palabras chilenas, tan simples y a la vez tan poderosas, porque unen a todos los chilenos.
—¿Dónde podemos encontrar Nanai?
Nanai se puede encontrar en la tienda virtual de Editorial Trayecto (www.trayecto.cl) y en su tienda física (ubicada en la estación de metro Los Leones línea 6), en las mejores librerías de Chile (incluyendo librerías más pequeñas y grandes cadenas como Antártica, Feria Chilena del Libro, Qué Leo y Buscalibre) y en supermercados Jumbo