Chinoy: «Mi relación con la poesía nace en mi adolescencia»

 

Chinoy, músico, poeta, compositor y pintor, nos cuenta sobre el proceso de creación del libro Nunca se supo, que reúne poemas inéditos de 56 músicos y músicas chilenas, y en el que participó como antologador y también con poemas suyos. Chinoy ha publicado varios libros de poesía y esta resuena en todas sus creaciones.

El libro, publicado por J.C.Saez Editor,  debe su nombre a la canción del legendario Payo Grondona y se trata de una exploración profunda en la que los artistas de la canción trasladan su sensibilidad desde la música al verso y que los desafió a escribir sin el sustento sonoro de su propio arte.

—Además de tu carrera musical has publicado varios libros de poesía y próximamente presentarás uno nuevo. Por favor cuéntanos sobre tu relación con la poesía.

—Mi relación con la poesía nace en mi adolescencia, a propósito de un compañero de curso con el cual me sentaron por mi mal comportamiento en clases, resultó que aquel compañero era poeta, escribía y leía ya un montón, hicimos amistad de inmediato, luego las juntas, los talleres de escritura en el colegio, los primeros escritos y el hallazgo de una experiencia más interesante de la que se nos presentaba en San Antonio, llena de nuevos sentidos y aventuras. Fue en esa época que para mí la poesía y la literatura se volvieron indispensables. La escritura y la vida de los poetas, esas existencias desmedidas, la rebeldía y lucidez, pero por sobre todo un aventurarse en la propia creación. Luego todo ha sido estar involucrado, los escritos de mis canciones, los amigos y los festivales de poesía en los que he participado en diversos países, mi amistad con poetas alrededor del mundo, los nuevos estilos en poesía, sobre todo la amistad y leer y escribir que siempre me resucitan para bien los días de la vida.

—¿Hubo músicos que dudaban en compartir sus textos? ¿Cómo los convencieron de participar?

—Si es cierto los hubo quienes dudaron, pero entre colegas se conversa y se convence en la animosidad. A algunos se les recomendó algunas lecturas, leer a ciertos poetas que creí que iban con el tipo de escritura o carácter de las temáticas en común, pero la gran mayoría se lanzó a su singularidad sin más sugestión que a lo que les resonaba como poesía, a su propia voz poética. Eso quiere decir que un poeta, un texto ya los habitaba, y que había curiosidad de hallarlo y de leerlo.

—¿Hubo alguna sorpresa en los textos enviados por los músicos? ¿Alguno de ellos mostró una faceta completamente inesperada?

—Sí, algunos inventaron su propio experimento en búsqueda del escrito. Álvaro Prieto hallo su poema tarjando palabras desde la página de un libro, un juego que sirvio para el descubrimiento de un mensaje secreto, o la revelación de un texto que es parte del engranaje mental y sentimental de este poemario.

—En el prólogo se menciona la “sana envidia” entre la música y la poesía. ¿Crees que los músicos tienen una ventaja o una dificultad extra al escribir sin música?

—Creo que este proyecto trata de mostrar que los arrebatos creativos y artísticos son naturales y conviven constantemente con las operaciones de la vida de todos. La ventaja de los músicos creo, es que viven un sentir interesante, la propiedad sentimental de la música condensa muchos conocimientos,  estos artistas viven rutinas no convencionales y queríamos saber qué poemas los habitaban. La escritura de sus canciones en su gran mayoría son poemas en si, la idea y la parte más difícil fue convertir lo escrito en rimas o las rimas que se atravesaban, a prosa poética, cosa que se logró de manera categoríca.

—¿Qué criterios consideraron para elegir las obras que forman parte de la antología?

—El criterio de la libertad, o sea libre temática y libertad de experimento, confianza por sobre todas las cosas. Se invitó a músicos que sabíamos que tenían una profundidad en sus canciones, así que lo nuestro fue recibir los textos, y guiar en ciertas circunstancias para mejora del poema, siempre con el consentimiento del autor.

—¿Cómo describirías la identidad y el tono de esta antología?

—La compilación es una pieza de obsequio tanto para los interesados en la escritura como en la música, una pequeña joya de regalo a nuestras letras, un homenaje a la poesía nacional y a los poetas de nuestro territorio de parte de los cantautores y músicos. Es a la vez una manera de encontrarnos como colegas en un lugar inusual, dónde podamos conversar y avivar las ideas.

—¿Crees que este libro podría inspirar a más músicos a explorar la escritura poética de manera independiente?

—Creo que ya se ha cumplido con este ejercicio de abrir una puerta a nuevas creaciones en la escritura. Principalmente, creo que este poemario es una herramienta de inspiración para el público de estos artistas. Espero que cualquiera que lea el libro sea motivado a escribir sus propios poemas, y quizás así aparezca en el tiempo un gran poeta entre nosotros, un gran músico, un gran defensor del arte de esta época o de la futura.