La escritora Daniela Viviani vuelve con Víctor 1907, una novela de época, precuela de Luisa 1912. Su nuevo libro consta de una investigación histórica muy importante, donde las mujeres son las protagonistas en un mundo machista a principios del siglo XX. El misterio, la valentía y la lucha juegan un rol transcendental en la novela. Luisa Carvajal es la figura relevante de esta historia en la que deberá enfrentarse al resto del mundo tal cual como ella es. Te invitamos a leer la entrevista.
–Tuviste que investigar sobre las pulperías en el norte. ¿Cómo fue ese proceso?
-Sí, la pulpería de la oficina salitrera «La Palma» tiene un lugar destacado dentro de la novela de Víctor 1907 y para conocer más sobre este tipo de almacenes, me ayudó mucho viajar a Iquique y conocer personalmente este campamento minero (Humberstone). Sin embargo, es importante mencionar que la versión del año 1907 que se menciona en el libro es mucho más sencilla y pequeña que la pulpería que actualmente existe en Humberstone y que corresponde a las modificaciones que se realizaron a mitad de los años treinta con el cambio de administración que tuvo la oficina.
–¿Cómo ves el rol femenino en esta novela?
-Las mujeres son las protagonistas de esta historia, al igual que ocurre en Luisa 1912, mi novela anterior. Es a través de ellas que el lector irá conociendo cómo era la vida de ese entonces y la fuerte desigualdad que sufrían en sus hogares y trabajos, la que las afectaba sin importar su condición social.
–¿Por qué quisiste abarcar un tema de época? ¿Querías continuar un nexo con tu anterior libro?
-Efectivamente, el origen de Víctor 1907 ya había sido adelantado en la novela de Luisa 1912, así que el desarrollo de esta historia en la pampa salitrera era un pie forzado desde el comienzo. Esta novela fue todo un desafío para mí, ya que conocía muy poco del norte del país y no estaba muy interiorizada con la huelga obrera del salitre. Lo mismo me ocurría con el vocabulario de 1907, para el que fue de gran ayuda los libros del historiador Sergio González.
–¿Qué significó para ti escribir esta novela?
-Sentí una gran responsabilidad al escribirla. Todavía no estoy segura de si logré plasmar adecuadamente en ella las dificultades por las que debe pasar una persona transgénero en una sociedad que difícilmente lo entiende, pero al menos espero haberlo hecho de manera respetuosa y empática. Por otro lado, hice un comparativo entre la huelga obrera del salitre y el estallido del 18 de octubre como una forma de manifestarme frente las desigualdades que afectan al país.
–«La desigualdad no era cuestión de esfuerzo sino de falta de oportunidades», ¿cómo ves eso en comparación de hoy sobre todo en el machismo?
-Creo que, como sociedad, y especialmente como mujeres, quisimos creer en la fantasía del esfuerzo como herramienta principal para alcanzar nuestras metas. Sin embargo, y sin desmerecer este último punto, los hechos muestran que, sin oportunidades reales, es muy difícil crecer y alcanzar una situación mejor en estudios, trabajo y familia. Por eso, es tan importante ahora que nos apoyemos entre mujeres para crecer juntas, aunque nuestra crianza machista muchas veces nos lleve a optar por la competitividad y el miedo hacia la otra para alcanzar el éxito.
–¿Cómo fue plasmar el personaje de Luisa ante la adversidad de su vida en esa época?
-Como escritora, una suele involucrarse demasiado con sus personajes y debo admitir que con Luisa sufrí bastante por ese continuo desasosiego que arrastra el personaje frente a las circunstancias de su vida. Como mencioné antes, ser mujer a principios del siglo xx era durísimo y más aún si eras pobre.
–¿Cómo ha sido el recibimiento del libro?
-Muy bueno. La verdad es que le estoy muy agradecida a los lectores de Luisa 1912 que no dudaron en darle una oportunidad a Víctor 1907 apenas salió a la venta y más encima en tiempos tan duros como los que estamos viviendo ahora con la pandemia. Puedo decir que todos los días recibo al menos un comentario con relación a la novela y eso me emociona muchísimo.
–¿Cómo sería una Luisa en el siglo XXI?
-Habría sido Víctor y hubiera asistido a la escuela Amaranta Gómez.
–¿En qué estás ahora? ¿Quieres escribir otra novela?
-Sí, ya estoy trabajando en una novela juvenil para Lo Que Leo (Santillana) que tendrá como co-protagonista a una escritora que menciono en las novelas Víctor 1907 y Luisa 1912.
Fotos: Cortesía Editorial Planeta