Tierras de Campeones es el último libro de Diego Zúñiga, una obra que luego de casi 10 años vio la luz. Lector.cl tuvo la oportunidad de conversar con él y de contarnos sobre la construcción de los personajes, su inspiración, entre otras cosas. Con ustedes, Diego Zúñiga.
—Cuéntanos sobre ti.
—Soy parte de la editorial Montacerdos, publiqué algunos libros, escribí y sigo escribiendo en prensa, y destino una buena parte de mi tiempo a dictar talleres literarios de narrativa, que es algo que disfruto mucho, pues lo pienso como un espacio donde compartimos con los talleristas la experiencia de la escritura y la lectura. Hay mucha complicidad ahí, pero también muchas discusiones y descubrimientos.
—¿Cómo fue el proceso creativo a la hora de escribir Tierra de Campeones?
—Fue largo —casi 10 años desde que empecé a darle forma al proyecto— y por lo mismo está marcado por las cosas que pasaron en ese tiempo: la revuelta, la pandemia, el plebiscito, todo eso, más las propias experiencias personales, de alguna forma terminaron por definir la novela. Pero fue muy gozoso el ejercicio mismo de la escritura y la investigación, las lecturas, imaginar, y ver cómo los personajes y los lugares comenzaron a tomar vida. De pronto apareció Caleta Negra y entendí que ese espacio iba a ser fundamental en la novela, más allá de la anécdota del protagonista y sus triunfos deportivos.
—¿Cómo construiste tu personaje principal?
—Fue tomando forma en la medida que avanzaba la escritura. Tenía el inicio: un niño que crece en Calama y que aprende a nadar en el río Loa. Sabía eso, sabía que tenía una capacidad sorprendente de aguantar la respiración bajo el agua y que en algún momento, cuando se encontrara con el mar, cuando descubriera lo que había ahí, su vida iba a cambiar para siempre. A partir de ahí, la escritura me permitió ir tanteando todos esos mundos y esas posibilidades.
—¿Qué tiene de distinto este libro con tus otros trabajos?
—Yo creo que más bien tiene varias similitudes: el paisaje, sobre todo; la forma de ser de algunos personajes, que se emparentan con los protagonistas de las otras novelas. Pero sí, quizá lo más diferente sea el narrador, le di muchas vueltas a quién debía contar esta historia y cómo iba a ser su relación con el lenguaje. Y también lo distinto es haberme aventurado a escribir una historia que ocurre hace varias décadas atrás, donde mi propia experiencia no era suficiente para indagar en esa realidad.
—¿Qué te inspiró?
—Supongo que la historia que alguna vez me contó mi madre, en una sobremesa, hace muchos años atrás, acerca de unos tipos que salieron campeones mundiales de caza submarina en Iquique, en 1971. Ese fue el inicio para sentir la curiosidad por ese mundo, por esos personajes. Y después pasé años pensando en cómo narrar todo eso.
—¿Te conectas con este libro?
—Sí, desde distintos lugares. Iquique me sigue pareciendo un espacio que no puedo dejar de pensar desde la ficción, por ejemplo. Y el mar es una presencia que nunca tomó protagonismo en mis otros libros, pero que siempre estuvo ahí, como un espacio que me sigue pareciendo muy enigmático. Y luego todo ese mundo de la caleta, y la cultura deportiva también, que me llama mucho la atención. Yo sentí durante muchos momentos de la escritura que al indagar en ese pasado estaba palpando ciertas texturas del presente, pero es algo que todavía no termino de comprender.
—Si pudieras juntarte a conversar con algún escritor, ¿con quién sería, ¿dónde se juntarían y de qué conversarían? (puede ser vivo o muerto).
—Me gustaría volver a ver a los amigos que se fueron hace un tiempo: Hebe Uhart, Luis Chitarroni, Marcelo Cohen. Me encantaría volver a ver a Tamara Kamenszain y agradecerle por ese libro hermoso y deslumbrante que es El libro de Tamar.
—¿Qué tiene de especial Tierra de Campeones?
—No lo sé. Ojalá que eso lo puedan decir los lectores.
—¿Algún mensaje a tus lectores?
—¡Gracias por la paciencia!
—Y, por último, ¿dónde podemos encontrar tu libro?
Creo que lo pueden encontrar en todas las librerías y también ya está como ebook. Y en unos meses llegará a otros países como Argentina, España, México.