En 140 páginas se plasman los fragmentos de un tiempo que es ayer y es hoy, un tiempo que llevamos encima y que requiere ser «recordado» de manera permanente, un tiempo que se hace memoria colectiva, huella del pasado-presente que se encamina y se abre con ansias de futuro.
El registro que nos entrega aquí Slachevsky tiene ese propósito, y se hace explícito no solo en su tercera dedicatoria: «A quienes están haciendo historia» y en el texto de John Berger que cita al cerrar el libro, sino en la selección y disposición -edición- de cada imagen que en el conjunto configuran el relato, pero también en el formato que ha decidido publicar. No hay estridencia en este pequeño libro, es casi una invitación personal, en voz baja, a re-mirar este «álbum nuestro», donde todos de una u otra manera estamos aquí retratados.