Desde pequeño Jorge se interesó en la escritura, donde la poesía y los cuentos jugaron un rol importante en su vida. Ya en el 2016 lanzó su primera novela y luego vendría la segunda. Gracias a El Señor de los Anillos descubrió su faceta de escritor. Te invitamos a leer la entrevista de Jorge Silva Rodighiero en Lector.
—Cuéntanos de ti
—Soy psicólogo clínico hace ya 15 años, dedicado a la atención de pacientes en mi consulta. Mi oficio de escritor empezó formalmente el 2016 con mi primera novela Sacrificio, pero desde muy niño escribía cuentos y poesía.
Tuve mucha suerte de tener más de alguna profesora que me permitía explorar esa faceta. Por ejemplo, cuando en básica nos hacían dictados, en vez de hacer oraciones con las palabras me dejaban hacer un cuento con ellas.
—¿Cómo llegaste a la literatura?
—Como lector llegué muy pequeño a ella. Aprendí a leer a los tres años y tuve la suerte de que una de las piezas de mi casa era una biblioteca, por lo que siempre tuve acceso a muchos libros.
Como escritor llegué a través del umbral de El Señor de los Anillos, libro que mi papá me regaló a los ocho años y que recuerdo bien fue el momento en que nació en mí el deseo de escribir una novela de fantasía. Después de ese libro leí Dune, que cimentó la idea anterior, y que me inspiró a poner en Haven pequeños fragmentos de otras obras ficticias antes de cada capítulo.
—Eres psicólogo, ¿cómo compatibilizas eso con la escritura?
—Sin duda la mayor parte de mi día lo paso atendiendo pacientes, pero al ser yo mismo quien organiza mi agenda, empiezo con eso a las 10:00 para así poder escribir antes.
Por otro lado, intento que en mis escritos los personajes se comporten y reaccionen a lo que sucede de una forma psicológicamente verosímil. Es por eso, por ejemplo, que en Haven me preocupé de que los personajes no se vieran indiferentes a tener que matar a otros seres humanos, aunque fuesen «enemigos», y que cada muerte pesase en sus conciencias.
—¿Cuál es el género literario que más te gusta?
—La fantasía, sin lugar a duda. Incluso si tomamos obras centrales para mí que parecen fuera de este género, como Dune y Star Wars, encontramos aspectos más cercanos a la fantasía que a la ciencia ficción, como en la noción de presciencia y la Fuerza respectivamente.
El año pasado tuve la suerte de tomar un curso sobre Fantasía dictado por la fantasista chilena Paula Rivera Donoso, que me permitió empezar a entender con mucha más profundidad el género, lo que me ha permitido gozar aún más de éste y —espero— ayudará a que mi tercera novela sea mejor que las anteriores.
—¿En qué te inspiras a la hora de escribir?
—Creo que hay dos fuentes de inspiración muy distintas. Una son todos los elementos de los libros, juegos y películas que me conmueven y me dan ganas de hacer algo con ellos. El otro es lo que entiendo como la condición humana, centrada en la libertad de poder decidir qué hacemos en este mundo al que fuimos arrojados. Tanto en Sacrificio como Haven la clave está en esa capacidad de decidir, no en profecías ni en los poderes de los personajes.
—Cuéntanos de tus libros, sobre los títulos y personajes.
—Mi primera novela, Sacrificio, se centraba en arcángeles, y era desde su mirada ajena a nosotros que exploré la condición humana. En Haven quería hacerlo «desde dentro», no con la distancia que permite más objetividad en el análisis, sino con la vivencia subjetiva que le otorga un cariz más personal. Para esto me inspiré no sólo en mi propia historia con las emociones, tema central del libro, sino también en lo que he aprendido con mis pacientes, y cómo diferentes personas se relacionan con ellas.
La historia tiene tres protagonistas, quienes son los narradores de los capítulos. Uno es Evan, un muchacho que ha sobrevivido quince inviernos y quien ha perdido no sólo seres queridos sino también sus sueños. Pasa parte de su tiempo arriesgando su vida en la Mazmorra Olvidada, buscando artefactos que pueda intercambiar por raciones para él y su familia. El príncipe Julian es otro de los protagonistas, y a través de sus ojos conoceremos el lado oscuro de una vida de privilegio como lo es la realeza. Aelia, por último, es una mujer que, aunque tenga el corazón roto, sigue adelante, usando su magia a pesar de que sus llamas arden con ella, ya que son más necesarias que nunca.
Sus caminos se entrelazan poco a poco en su búsqueda de afrontar la amenaza de los Fulgor, seres de pura luz que están apareciendo cada vez en mayor número en la isla, y cuyo esplendor derrite la carne de cualquiera cerca de ellos.
A pesar de ser un mundo de fantasía es una historia profundamente humana, donde el lector los acompaña y es testigo tanto de sus acciones como de sus pensamientos, y ve cómo cada uno resuelve los obstáculos que les depara su vida.
—¿Qué buscas a la hora de escribir?
—Creo que siempre intento enfatizar que muchas veces pensamos (o preferimos pensar) que la decisión ya está tomada y no por nosotros, que no nos queda otra, cuando en verdad siempre, aunque sea en última instancia, podemos tomar una decisión. Esto no quiere decir que no tenga costos, o que sea la decisión correcta, pero es una decisión.
A pesar de todas las imposiciones, que sufren tanto los personajes de mis novelas como todos nosotros en la vida real, hay algo que me parece se relaciona con la libertad y la dignidad. En último término, aunque sea en un espacio marginal, podemos tomar una decisión con qué hacer con aquello que se nos impone. Ahí, aunque sea en una decisión, seguimos siendo libres y soberanos.
—¿Dónde podemos encontrar tus libros?
—En las grandes librerías del país, Buscalibre, Amazon y, por supuesto, las páginas de las editoriales (Penguin para Sacrificio y Áurea para Haven). Lo más sencillo en todo caso es ir a mi página donde tengo links a esos lugares: www.escritorjorgesilva.com