Por Magdalena Vigneaux A.
Publicada en 2008 y ganadora del Premio Strega de ese mismo año, esta novela del físico y escritor Paolo Giordano se convirtió rápidamente en un bestseller internacional. Ha sido traducida a más de veintitrés idiomas. En 2010, además, fue llevada al cine por el director italiano Saverio Constanzo.
El autor utiliza la metáfora de los primos gemelos para referirse a la relación entre Alice y Mattia, los dos protagonistas. En efecto, los primos gemelos son números primos (números cuyos divisores son únicamente ellos mismos y el 1) que tienen un carácter más especial, pues solo se encuentran interpuestos por un número par (como el 11 y el 13, el 17 y el 19 o el 41 y el 43). Esa proximidad, que no llega nunca a estar tan próxima como para tocarse, correspondería a la que existe entre los protagonistas.
Tanto Alice como Mattia sufren un evento traumático en su niñez, que repercutirá en la conformación de sus personalidades y en sus vidas adultas. Son estas mismas heridas de la infancia las que, a su vez que marginan a los protagonistas de los demás, generan una unión entre ellos.
Esta novela, por tanto, es magistral en describir las distancias que nos separan de los otros, aunque también la distancia entre lo que vivimos internamente y lo que exteriorizamos. A fin de cuentas, por más excepcionales que sean las historias de Alice y Mattia, se trata de la soledad que todo ser humano experimenta en mayor o menor medida.
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*Magdalena Vigneaux Ariztía es Licenciada en Letras Hispánicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Magíster en Literatura de la Universidad de Chile. Ha realizado ayudantías en varias oportunidades, entre las que destacan la de la cátedra de Lengua Latina y su participación en el Programa de Lectura y Escritura Académicas de la Pontificia Universidad Católica. Ha participado en proyectos Fondecyt y Fondart centrados en estudios literarios. Sus intereses se dirigen a la documentación literaria, la edición de textos y la filología española.