Por Camila Urbina Cortés
Amor no tenía cuidado, él quería amor.
Quería llenar cada otero de rosas,
Quería que cada corazón floreciera,
Pero no daba cuenta de las espinas.
Mis ojos, acusaban el desamparo.
Mi pecho, indefenso ante el ataque.
Mi virtud, simulando seguridad,
Pero a Amor solo le tomó un golpe.
Amor es fuerte, su hechizo aún más.
Mi virtud cayó, no tuvo oportunidad,
El amor se apoderó de mi corazón.
El horizonte antes vacío, floreció.
Y goteando inadvertidamente sobre las rosas,
Vagaba perdida la virtud derrotada.