A dos meses de las movilizaciones, la Premio Nacional de Periodismo analizó el rol de los medios y de los profesionales de la comunicación en el contexto del estallido social.
Para Mónica González el periodismo vivía una crisis hace rato. Primero, por la irrupción de internet, cuya aparición desestabilizó el soporte económico de los medios. Y segundo, por la crisis actual, que es el acceso del periodismo para que fiscalice el poder.
A lo largo de su trayectoria en Ciper, la Premio Nacional de Periodismo desarrolló un trabajo que apuntaba a revelar precisamente eso: la corrupción de la élite, las colusiones de los empresarios, el cohecho de los políticos, y cómo esas consecuencias repercuten directa o indirectamente en la vida de las personas
«Yo percibía un descontento, pero estaba convencida, y tengo que confesar, que yo me había pegado, estaba majadera con la corrupción y sentía que esa majadería a la gente ya no le importaba», señaló en el conversatorio sobre periodismo en época de crisis que se realizó en el marco de La Furia del Libro, entrevistada por el periodista, escritor y editor, Diego Zúñiga. Sin embargo, puntualizó: «No había entendido que mucha gente estaba con asco, sobre todo los jóvenes. A mí me han impactado los jóvenes, cómo están ávidos por saber lo que pasó antes».
Autora de La Conjura, los mil y un días del Golpe y de Apuntes de una época feroz, González indicó que «hay que recuperar la calle. Cuando uno sale de su casa, uno sabe qué ruido hay en la calle, sabe qué ruido hay el domingo, el sábado, y cuando cambia uno se pregunta qué está pasando. Los rostros de la gente dicen muchas cosas». Pero qué es la calle. «Es la mezcla del internet, la base de datos, que le permiten a un periodista cifrar cosas», dijo.
A dos meses del estallido social, González manifestó que «algo nos fue corroyendo el alma», en relación a que fue la misma sociedad quien permitió que se ejercieran abusos. En un periodo marcado por las noticias falsas y la viralización de información por redes sociales, la periodista observa con recelo el manejo de datos que se tiene de la sociedad. «Cuando saben qué comes o lo que no comes, qué miedos tienes, saben qué mensaje entregarte para que cambies tu opinión. Hoy estamos recibiendo mentiras a cada rato, nos bombardean con mentiras. Por eso necesitamos urgentemente periodismo con ética», señaló.
Prensa Furia del Libro