Nicolás Meneses: «Ser parte de Provincianos para mí es increíble. Pude trabajar el libro cómo quería, diseñarlo cómo quería»
Él es profesor, pero se dedica a la edición en su tiempo libre. Su libro Tipología de accidentes laborales, editado bajo el sello de Provincianos Editores, se aventura a hablar sobre temas que muy pocas veces se habla: los accidentes que pueden pasar en el trabajo. Pero ojo, es una parodia. Sin embargo, no deja de ser algo real y que pasa constantemente. Te dejo invitado a leer la entrevista de Nicolás Meneses.
¿Cuéntanos de ti?
Actualmente soy profesor en un colegio en San Bernardo. Mi tiempo lo reparto entre la docencia y la edición, ahora último, sobre todo de cómics y mangas, que es un mundo en el que llevo un par de años y que me gusta mucho. En mis tiempos libres leo y veo fútbol, animé, series, escucho programas radiales del campeonato chileno, voy al cine, me junto con amigas y amigos. Esas cosas.
¿Cómo nace este libro?
Yo diría que desde comencé a escribir por ahí por 2012. En mi primer taller escribí un poema muy antiguo que tenía el nombre del libro. Era más bien una parodia a lo que podía pasarte en el trabajo. Recuerdo que lo escribí porque en ese tiempo trabajaba de garzón en un casino de apuestas y me impresionó una cosa que contaron en la inducción sobre mineros que se cortaban los dedos para no trabajar y recibir indemnizaciones. Fue muy shockeante.
¿Por qué hablas de los accidentes laborales?
Creo que, sumando a la respuesta anterior, tiene que ver con que trabajo desde muy chico y he visto la fragilidad del cuerpo frente a las máquinas, al movimiento, a todo. Es tan fácil dañarse a uno mismo, que el mundo te dañe. La automatización e industrialización de los procesos productivos va de la mano con el aumento en el riesgo para las personas, pues se exponen a máquinas que no entienden, que tienen la fuerza de triturarte. Es un poco de paranoia también, ese ejercicio obsesivo de pensar las mil cosas que nos pueden pasar en situaciones de riesgo. Y por supuesto que yo también he tenido un montón de accidentes.

Hay varios accidentes laborales, ¿cuál te llama más la atención?
Para mí lo peor es la amputación. Es lo más traumante que me puedo imaginar después de la muerte. Hace poco me fracturé y ya eso para mí fue horrible. Me imagino perder cualquier miembro del cuerpo. Me deprime el solo pensarlo.
Pusiste que en el trabajo deben velar por el trabajador, ¿es así?
Yo estoy a favor de las máquinas, aunque esto se lea como una especie de obediencia al avance de la inteligencia artificial. Me refiero a las máquinas que permiten sofisticar y mejorar los procesos de producción, pero sobre todo los que permiten al trabajador y la trabajadora no exponerse ni desgastar tanto su salud física y mental. Máquinas que ayuden a cargar peso, a cortar masa en pastelería, a mover carga. A facilitar los procesos productivos que son más o menos automáticos y maquinales, que te destruyen mental y físicamente. Y claro que creo que dentro de ese proceso es importante que la empresa o el Estado o el responsable vele por la seguridad máxima de quien presta su cuerpo a distintas funciones. Desde tener las medidas de seguridad básica, la política de prevención de riesgos y el resguardo; priorizar ante todo la salud de las personas, que es lo más importante al final de cada jornada laboral.
Este es tú último trabajo, cuéntanos un poco de los otros
Todos van más o menos de la mano. El primero fue Camarote, un poemario que intentaba retratar la relación de dos hermanos que vivían con su abuela. Luego escribí Panaderos, una novela hermana de Tipología de accidentes laborales, que habla de un hijo que entra a trabajar de panadero en un supermercado después del accidente de su padre, también en una panadería. La novela Throguel Online, sobre videojuegos en línea. El poemario Manejo integral de residuos que es una especie de retrato de los recolectores de basura de la comuna donde vivo. Jugar a la guerra que son crónicas de diversos temas y Ropa heredada que son varios cuentos sobre trabajo e infancia. Todo más o menos en el mismo tono, creo.
¿Cómo fue ser parte de Provincianos?
Ser parte de Provincianos para mí es increíble. Pude trabajar el libro cómo quería, diseñarlo cómo quería, elegir prácticamente todo y tomar todas las decisiones. No sé si podría haber tenido un libro tan cómo lo había pensado de no hacerlo con Provincianos. Debería tener tatuada a la editorial en mi hombro izquierdo.
¿Dónde encontrar tus libros?
En casi todas las librerías de Chile, creo que no está en las cadenas grandes eso sí. Buscalibre, ferias del libro independiente, en muchas, la verdad. Y en la tienda web de Provincianos, que está en oferta.