Domingo, Septiembre 8, 2024
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Nicolás Rojas Inostroza: «Escribir es un juego que, para mí, es como lanzar una botella al mar»

Fotos: Archivo Nicolás Rojas Inostroza

Nicolás es periodista y cofundador de «Ojo en tinta», un proyecto multiplataforma cultural. El año pasado salió de Chile para hacer una maestría en patrimonio mundial y proyectos culturales. Pero este año, al estar recorriendo, se quedó varado en Azerbaiyán por la pandemia. Ha escrito varios libros y gracias a la tecnología pudimos conversar con él. Te invitamos a conocer más sobre Nicolás Rojas Inostroza.

Cuéntanos sobre ti

Me llamo Nicolás Santiago, nacido y criado en Chile. Soy periodista y cofundador del proyecto multiplataforma www.ojoentinta.com. Salí de Santiago en enero de 2019 para iniciar una maestría en patrimonio mundial y proyectos culturales para el desarrollo en la Universidad de Barcelona. Después de eso comencé un viaje por más de 35 países. Cuando estaba en Sheki, un pueblito del norte de Azerbaiyán, muy importante en los tiempos de la Ruta de la Seda, estalló la crisis del COVID-19 y quedé varado en este país. Eso fue a mediados de marzo.

-Supimos que estás en Baku, la capital de Azerbaiyán ¿qué haces por esos lados?

-Después de vivir seis meses en Sheki me trasladé a la capital, cerquita del Mar Caspio. Acá estoy abocado a escribir dos libros: uno sobre el viaje completo y otro sobre mi experiencia varado en este país, que perteneció a la Unión Soviética y cuya población es mayoritariamente musulmana. También estoy con un par de talleres a distancia, uno sobre comunicación de la cultura y el patrimonio, y otro sobre narrativa de viajes. Me he divertido mucho acá. Ya me siento en casa, pese a que no entiendo el idioma.

-¿Cómo ha sido la experiencia de estar presente allá?

-Ha sido una súper experiencia. Lo podría resumir como «un poroto en paila marina» o ser un hombre ordinario en un contexto extraordinario. El idioma es distinto, la cultura, las comidas, la música, la religión, todo. Pero la gente aquí ha sido muy amable conmigo. Una vez el artista francés Loro Coirón me dijo en su taller: «Yo creo que cada uno es el sueño de un otro lugar en el mundo. Tú tienes tu lugar de nacimiento, pero también un otro lugar que te espera po, donde tú vas a tener una fabricación de armonía cotidiana». Le encontré mucho sentido. Él se enamoró del puerto y se quedó para siempre a vivir en Valparaíso.

-¿Te ha servido toda esta vivencia para escribir cosas nuevas?

-Totalmente. Los proyectos de ambos libros nacieron en el viaje. Ha sido como navegar por un río o estar viviendo una película con un buen guión y nuevos personajes todo el tiempo (incluso apareció un oso suelto en Sheki). Espero plasmar a esa gente que apareció en mi camino en estas páginas. También escribí «Cobro revertido. El estallido social a larga distancia», una crónica en la que narro cómo fue vivir el estallido social chileno en viaje. Ese texto será publicado en un libro editado por Cinco Ases.

-¿Cuáles son los requisitos necesarios para escribir según tú?

-Tener una historia por contar, estar dispuesto a hacerle frente a la página en blanco y tener la porfía de transformar una idea en algo real.

-¿Cómo ha sido el proceso lineal de tus obras?

-«La creación es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta», decía Violeta Parra. No tengo una respuesta muy clara, pero con los estudiantes de mi ayudantía de la Universidad de Chile hicimos un libro de crónicas sobre lugares de la capital que podrían desaparecer (Santiago en extinción), de entrevistas (Ojo en Tinta. Conversaciones radiales sobre el libro), luego escribí mi memoria de título que se transformó en una publicación ilustrada (Grito y plata. Historias de casinos, hípicas y juegos de azar en Chile), después un fanzine sobre fotos de perritos (Aloperrito) y ahora estoy con un par de proyectos digitales y con estos nuevos libros. Me interesa mucho experimentar con nuevas formas de contar las historias, dejar un testimonio de las vivencias que me han enseñado mucho y me han gatillado más preguntas. El viaje es una adicción o, como he empezado a pensar, la forma más enriquecedora de quedarse pobre.

-¿Cómo ha sido ser parte de «Ojo en Tinta» y de qué se trata?

-Es un proyecto muy lindo, que en abril de 2021 va a cumplir una década de existencia. Nació así: en el verano de 2010 los tres practicantes del semanario Artes y Letras de El Mercurio eran Patricio Contreras, Pablo Espinosa y yo. Luego de terminar esos meses nos juntamos un día a tomar unas cervezas por Manuel Montt y pensamos que sería muy interesante crear un medio con nuestra propia línea editorial. Así nació el podcast de «Ojo en Tinta» (el primer lo grabamos con Leonardo Sanhueza en un café de la calle Constitución), luego creamos el sitio web www.ojoentinta.com, luego salió un libro y después nos aventuramos en la televisión con tres temporadas de 12 capítulos cada uno y una primera temporada dedicada a niños y niñas (Las Aventuras Literarias de Edgar y Lupe). Ha sido un camino largo, pero muy gratificante.

-¿Cuál fue el último libro nacional que hayas leído?

Leí el libro Los años chilenos de Raúl Ruiz, de Yenny Cáceres Seguel. Es una investigación minuciosa y bien escrita que nos permite entender la época más desconocida de este cineasta genial. En Ojo en Tinta publicamos un capítulo.

-¿Qué opinas de las editoriales independientes?

-Me parecen fundamentales, pues innovan, apuestan por nuevos creadores, se arriesgan. Han hecho un gran trabajo que ha abierto muchos caminos. El desafío ahora es internacionalizar la literatura chilena.

-Para ti, ¿qué es la cultura y la literatura?

Para mí la cultura es nuestra gran casa, que estamos recreando siempre colectivamente. El viaje me ha servido para entender la importancia de este «sistema operativo», si hacemos la analogía con los computadores, en el que nos tocó vivir. Lo considerado normal dista mucho en cada cultura. La literatura tiene que ver con un viaje mágico, con un ejercicio introspectivo de entrar en una historia, en otro sistema operativo. Escribir es un juego que, para mí, es como lanzar una botella al mar.

 

 

 

Francisca Gaete Trautmann
Francisca Gaete Trautmann
(Santiago, 1985) Periodista de la Universidad Gabriela Mistral. Ha trabajado para revistas, televisión y medios online. Ha seguido cursos de escritura creativa. Le encanta escribir, escuchar música. Vive en Santiago.
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