El texto recoge discursos de la icónica dirigenta del Partido Comunista, testimonios de sus hijos y hermanas, su vida en el exilio y clandestinidad, el transversal aprecio que le tenían figuras políticas de todos los sectores y recortes de prensa, desde sus inicios en política hasta su muerte en 2005.
Un recorrido por más de cuarenta años de historia política, así como también por pasajes de la vida personal de la dirigenta, exdiputada y expresidenta del Partido Comunista Gladys Marín Millie ofrece el libro Gladys Marín. Solidaridad, consecuencia y valentía, escrito por la historiadora Carmen Norambuena y que es publicado por Editorial Usach.
Proveniente de una familia de campo, conoció de primera fuente las profundas necesidades que aquejaban a los chilenos y chilenas a mediados del siglo XX. En su adolescencia estudió en la Escuela Normal de Profesores y rápidamente ingresó a militar a las Juventudes Comunistas. A partir de ese entonces comenzó a forjar su camino como líder en distintas esferas políticas: como dirigenta estudiantil, luego como dirigenta gremial de educadores diferenciales —su especialidad— y como dirigenta política del PC, siempre con un norte claro: luchar por un país más digno y justo.
El libro rescata conversaciones personales con su hermana Silvia, sus hijos Rodrigo y Álvaro, sus amigas Marta Fritz y Cristina Lártiga y además reproduce una entrevista de su desconocida pareja, el periodista Julio Ugas, que concedió a un medio extranjero. Todos ellos abordan pasajes familiares e íntimos de la vida de Gladys Marín, cuya figura pública se asocia a un carácter contestatario hacia el poder, pero que en el plano privado se le recuerda como una mujer cercana y cariñosa.
Su vida en el exilio y su regreso a Chile bajo la clandestinidad son unos de los pasajes más conocidos. De esta última época, se recoge su testimonio: «Vivir de allegada era una cosa muy dura, tener que estar allí y lograr que la gente que vivía contigo asumiera tu otra personalidad; el estar viviendo constantemente sobre la base de la falsificación de tu personalidad es difícil, violento».
Gladys Marín se desenvolvió en un mundo político partidista en el cual había escasa participación de mujeres. Consciente de eso, se recoge esta reflexión que escribe en su libro El poder de desafiar al poder. Las mujeres en situación de liderazgo: «Ser mujer en todos los espacios ‘y no morir en el intento’ vale la pena. Ahonda en la sentencia señalando que en las mujeres se unen dos condiciones: de discriminada y discriminadas por el capitalismo que se ensaña con el sexo femenino. Por eso cuando logramos combinar conciencia de clase con conciencia de género, nuestras convicciones son potentes». Al respecto, Norambuena señala que «antes de ella hay mujeres insignes en la historia —Elena Caffarena y Olga Poblete— pero la mujer se sitúa como figura relevante en la sociedad gracias a Gladys. Ella hizo que las problemáticas que vivían las mujeres fueran un tema relevante a nivel nacional».
Sobre la herencia de su trabajo, la autora del libro señala que «es una mujer que forma parte de la historia de Chile porque lo más importante en ella fue la consecuencia en su manera de vivir, siendo férrea defensora de la democracia y los derechos humanos» y reflexiona sobre el eslogan que se hizo masivo en las movilizaciones del estallido social que decía ‘Lucha como Gladys’: «Ella quería que su experiencia sirviera tanto para denunciar como para enseñar. Hoy, esa misma forma de pensar es lo que convoca: la denuncia no por la denuncia, si no para que suceda un camino señero en el actuar de las personas»”.