Pétalos de sangre es un clásico de la literatura africana. No solo por las temáticas con las cuales trabaja, también, porque durante la década del 80 fue adaptada por la BBC como un radio teatro, adquiriendo un carácter universal que le valió un amplio reconocimiento.
En un pueblito rural de Kenia, cuatro hombres son interrogados por un asesinato que ocurrió en extrañas circunstancias. En esta novela de momentos y repercusiones (al estilo de La pista de hielo de Bolaño en donde también hay un homicidio) todo muta y se traslada en el tiempo. Si bien los cuatro primeros capítulos refieren a la muerte, este hecho inicial es una excusa para internarse en el pasado desde la praxis de lo público. No importan los personajes ni sus sentimientos, desde nuestra perspectiva estamos ante una novela sociológica en la que se pretende documentar el paso de la cultura africana en la maquinaria del capitalismo.
Aparecen conceptos como globalización y modernización. La vida poscolonial entendida mediante sus ritos y particularidades (la cosmovisión de saberes que nada tienen de occidentales) y la forma en que comienzan a desaparecer. Se pensaba que Kenia, luego de ser colonia británica, tendría mayor autonomía y libertad, recuperando sus tierras y poniéndolas al servicio de la población. Nada de esto ocurre, la elite política sedienta de dinero y ansias de aún más poder, tranza ante la influencia extranjera, sometiendo a su población a los designios de un estado opresor. En una manifestación de trabajadores exigiendo el derecho a huelga, se grita: “¡Que se disperse la tiranía de las compañías extrajeras y sus mensajeros locales!¡Fuera el mando extranjero ejercido por pieles-negras colonizados! ¡Fuera la explotación de nuestro sudor!”.
De los personajes y la historia en sí, me quedó más bien poco. Si bien el libro tiene cruces con el género policial, la historia es solo una excusa para la denuncia social, pues lo que tenemos en Pétalos de sangre es un documento histórico que no envejece y se sigue apreciando en los nuevos procesos de neo-colonización.