Por Antonio Rojas Gómez
Podríamos decir que este es un libro que va creciendo a medida que avanzan sus páginas. Pues comienza con el periplo de un billete de una luca, en el primer cuento, y en el último, nos narra el periplo de un billete de diez lucas… ¡Diez veces más!
Pero no, los textos de este volumen son de pareja calidad, no valen más unos que otros, a pesar de que hay diferencias enormes entre ellos. Pues encontramos desde un ensayo –«Ensayo sobre el tiempo»- que guarda todas las características de ese género literario; una pequeña novela –«Una recarga especial»- que consta de seis capítulos y un epílogo-; varios minicuentos, y otros cuentos de factura tradicional.
Esta es la segunda publicación de César Biernay. La primera consistió en un estudio muy bien documentado de su pueblo natal, que se llama Trupán, desde los tiempos de la conquista española hasta nuestros días. Es decir, un ensayo. César tiene condiciones y el rigor imprescindible para este tipo de obras. Pero también posee méritos para narrar ficciones. Y muy especialmente, minicuentos y microcuentos, como queda demostrado en «Elegía de un lamento», de tres líneas; «Destino», de poco más de cuatro, y sobre todo en «Cinta de Moebio», de escasas nueve líneas, que expresan un drama familiar, el tema de la pobreza, de la incomunicación entre padre e hijo, del esfuerzo individual no compartido, y de la imaginación.
Imaginación le sobra a nuestro autor. La derrocha en los quince relatos que nos entrega y en los que nos va descubriendo realidades que todos compartimos, pero que suelen pasar inadvertidas hasta que la sensibilidad del artista las hace resaltar y nos las presenta en toda su belleza o su pena, su agresividad o su candor.
César Biernay es bibliotecario, y su profesión es delatada en algunos de estos cuentos, especialmente en «El planeta perdido del Principito» (Pág. 21). Pero también es policía, lo que queda en evidencia en «Sabueso de guante blanco» (Pág. 97).
Pero de lo que no queda duda después de cerrar las páginas de este volumen, es de que César Biernay es un escritor hecho y derecho, que irrumpe en la escena literaria nacional con un bagaje poderoso de conocimientos y experiencias, un sólido respaldo de lecturas de autores valiosos de ayer y de hoy, facilidad expresiva y buen manejo del idioma, condiciones que le auguran un tránsito triunfal por los senderos de la creación.
Yo invito sin reservas a leer su libro, seguro de que dejará en los lectores un residuo de humanidad, que tanta falta nos hace en los difíciles tiempos que corren.