Martes, Enero 21, 2025

Tony Ninguno

lector la pollera tony ninguno 150«Para cuando me acerqué a mirar el cuerpo tendido, ya estaban todos de pie maldiciendo y preguntando qué había pasado. Al ver la silueta sangrante, iluminada por la antorcha que alguien encendió en medio de la confusión, todos enmudecieron. Miraban el cuerpo y luego miraban a Malaquías, que seguía apuntando con su pistola a la sombra que jadeaba y gruñía, como si aún hiciera falta otro disparo. Mi tía Magdalena se acercó a Malaquías y le quitó suavemente el arma. Luego me dijo que yo me encargara del niño por esta noche. Asentí sin dejar de mirar la carne sangrante del león, el orificio que había dejado la bala en su pecho. Me pregunté si se recuperaría algún día. Me pregunté si tal vez moriría pronto, con todos sus dientes puestos. Mientras llevaba al niño de la mano a mi camarín, le pregunté qué había hecho, cómo había sacado al león de la jaula, si no sabía acaso que el león tenía dientes, le dije que era un milagro que estuviera vivo, que el león no le hubiera hecho nada».

Tony Ninguno – Andrés Montero

La Pollera Ediciones

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