Paula Riveros es conocida como «Una lectora de Metro» en las redes sociales y se le conoce por recomendar libros y difundir información acerca de estos mismos. Pudimos conversar con ella sobre las interacciones que se generan con otras personas a través de su cuenta en Instagram, y sobre todo, con autores que le han llamado la atención.
-Cuéntanos sobre ti
-Soy diseñadora y desde el 2016 tengo una cuenta donde recomiendo libros y difundo actividades en torno al libro y la lectura llamada @lectorademetro.
-¿Qué es lo que más te gusta a la hora de leer y de elegir un libro?
-Me gustan las historias originales, puede ser por el tema o por la forma de contarlas. Me interesa mucho el uso del lenguaje, el estilo, la voz de las y los autores. Me gusta encontrarme con esos libros que nos atrapan y para eso investigo. Leo otras reseñas, busco información sobre el autor, comparo precios, reviso distintas ediciones (si es que existen) y trato de elegir la que me parece mejor. La mayoría de las veces son los mismos libros los que me ayudan elegir otros, ya sea porque hablan sobre temas similares o porque plantean visiones opuestas. No tengo una metodología para elegirlos, pero generalmente es un libro el que me lleva a otro.
-Tu nombre «Una lectora de Metro» ha sido relevante a la hora de sugerir libros, autores, ¿qué te ha parecido esa instancia?
-Me cuesta pensar en que mi cuenta de Instagram sea relevante, creo que en Chile recomendar libros es todavía algo muy de nicho, especialmente lo que yo leo, que a veces puede ser muy local y se basa exclusivamente en mis gustos personales. Por lo mismo, me llama la atención que la gente quiera leer los libros que voy subiendo y que confíen en mi opinión.
Me gusta mucho la interacción que se da con otras personas. Muchos de los libros que subo me los recomienda la gente que me sigue, creo que eso también genera cercanía. Yo lo veo como una cuenta cooperativa, donde todos nos nutrimos de la experiencia lectora de otros. Me gusta pensar en que las personas que me siguen han encontrado por lo menos un libro que les gustó entre todos los que he subido y que les dieron ganas de seguir leyendo.
-¿Qué opinas de las editoriales independientes?
-Durante los últimos años han aparecido decenas de editoriales independientes en Chile y yo soy muy fan de su trabajo. Al ser independientes, tienen autonomía a la hora de elegir lo que publican y, por ende, mayor libertad. Por esta razón se arriesgan mucho más, haciendo posible que las y los lectores tengamos acceso a libros increíbles, a traducciones en español neutro, a rescates patrimoniales que se perdieron en el tiempo, a nuevas voces de la literatura y también permitirse ciertas libertades en cuanto al diseño. Me interesa descubrir esos libros y lo siento como un desafío personal, una especie de juego.
-¿Cuál autor es el que te ha llamado la atención?
-A lo largo de mi vida, muchas autoras y autores me han llamado la atención por distintos motivos. Me gusta mucho Nona Fernández, Pedro Lemebel, Daniela Catrileo y Jorge Teillier. También me gusta mucho Raúl Zurita, y en esta cuarentena descubrí a Mariana Enríquez. Todos autores y autoras con voces únicas, universos literarios muy ricos y auténticos.
-Durante la cuarentena, ¿pudiste leer?
-He leído, pero no tanto como quisiera. Siento que me ha costado mucho concentrarme y que ilusamente pensé en un principio que tendría más tiempo para leer y no ha sido así. Al estar trabajando desde mi casa, también me ha costado poner límites en la hora de terminar la «jornada laboral» y he pasado de largo varios días haciendo cosas relacionadas a mi trabajo en desmedro de la lectura. Eso también me ha hecho extrañar mucho esos momentos de traslado porque era un espacio seguro dedicado exclusivamente a la lectura.
-Durante los años has asistido a diferentes ferias de libros, ¿qué es lo que más te ha gustado?
-En las ferias pasa algo super interesante y es que tienes la oportunidad de conversar con las y los editores, y algunas veces también conocer a los autores. Esas instancias son únicas y muy enriquecedoras. A diferencia de las ferias grandes como la FILSA, en la Primavera del Libro y en la Furia del Libro hay más cercanía con los lectores, son ferias que tienen vida y donde existe la bibliodiversidad.
La FILSA es la feria más grande de Chile y es importante que se haga. Espero que vuelva renovada, relevando lo que está ocurriendo en la escena editorial chilena y promoviendo no sólo la venta de libros, sino el amor por la lectura.
-¿Por qué el nombre de «Una lectora de Metro»?
-Porque el Metro de Santiago era el espacio que utilizaba a diario para leer e ir y volver desde mi trabajo y sentí que era lo más honesto en relación a lo que hacía.
-¿Qué libros nacionales recomiendas para estos momentos?
–Río herido de Daniela Catrileo (Edícola) es un poemario precioso que habla sobre la identidad mapuche y el territorio; Mapocho de Nona Fernández (Alquimia) porque habla sobre la dictadura con ese estilo tan único que tiene la autora; Por una constitución feminista (Libros del pez espiral) porque nos permite repensar el país y lo queremos para el futuro bajo el punto de vista de distintas mujeres, además tiene fotografías que Val Palavecino tomó durante las manifestaciones del año pasado; Parábola del sembrador de Octavia E. Butler traducido, editado y publicado en Chile por Overol. Es una distopía increíble que se conecta mucho con lo que se está viviendo en el mundo hoy; Ennuigi de Josh Millar (Libros Tadeys) porque es un libro que cuestiona el sentido de la vida y lo que hacemos, y me imagino que muchas personas nos hemos hecho esas preguntas en estos meses. Hay muchos otros que me gustaría nombrar, pero mi respuesta sería interminable.
-En relación con el feminismo y la literatura, ¿cuál es tu punto de vista sobre estos temas?
-Me parece interesante cómo el feminismo se ha tomado un espacio dentro de la literatura y se ha instalado para quedarse. Es algo que se nota mucho, especialmente durante los últimos años. Podemos encontrarnos con una gran diversidad de libros y autoras que tienen una mirada feminista, podemos conocer sobre la situación particular de las mujeres en distintas partes del mundo, encontrar que las historias se repiten y también ver las diferencias. Tenemos acceso a más información, a distintas teorías y formas de pensar.
-Sobre la pregunta anterior, ¿hay más libros sobre el feminismo?
-Hoy en día se han publicado muchos libros sobre feminismo, quizás más que en cualquier otra época. Entonces sí, hay muchos más libros sobre feminismo y no creo que los alcance a leer todos.
-¿Con quién te gustaría tomarte un té o un café?
-No sé si a los autores que voy a nombrar les guste tanto el té o el café, pero sí me gustaría haber ido a conversar al bar de La Unión con Jorge Teillier, caminar por el Forestal con Armando Uribe, con Mariana Enríquez llamar a Eliphas Léví usando una ouija y preguntarle por qué era tan chanta o caminar por la Alameda en una protesta junto a Pedro Lemebel.