Vicente Undurraga tuvo la oportunidad de seleccionar y de realizar el prólogo del libro Este es el bosque sobre la poesía de la escritora Eunice Odio. Nos contó, entre otras cosas, sobre los significados de la escritura de Odio.
—¿Qué fue lo que te llamó la atención de la escritura de Eunice Odio?
—Su vivacidad. Es una poesía que encanta y extraña a la vez, que no es nunca confundible con otra, que no cae en medianías, que modula una voz alucinante, que es capaz de dotar del máximo sentido cada frase, cada palabra, y que para eso hace un uso resplandeciente de los recursos poéticos y de la música del castellano. Eso, en nivel tan alto, se da muy de cuando en cuando, y en Eunice Odio, a mi parecer, se da de manera radical.
—¿Cuál es el significado de los poemas de Eunice?
—No creo que tengan un significado concreto o cerrado, pero sí que pueden abrir la intuición de cuestiones muy significativas. Por ejemplo, dar luces sobre la viva presencia de los muertos entre nosotros.
—¿Cómo fue para ti seleccionar los poemas?
—Fue una felicidad inmensa leer y releer su poesía completa para prologarla y cumplir con el desafío autoimpuesto de elegir sólo 25 poemas. Y fue muy impresionante ver cómo lectura tras lectura los poemas crecían, expandían sus resonancias.
—¿Cuál es tu poema favorito?
—No tengo uno, pero hoy me quedo con «Recuerdo de mi infancia privada», que empieza así:
Son puertas que a lo largo del alma me golpean.
No me hables de esas puertas, amigo, no me hables;
porque yo les conozco sus goznes coronados de ira,
sus barrotes limados por el cielo,
su tácito desvelo en las noches más altas,
por donde algunas veces transcurrió nuestro amado
como a través del grito duele hasta el hueso el alma,
con temblor de pesado miembro oscuro y prohibido.
—¿Qué figuras literarias sientes que se reiteran a través de los poemas?
—La repetición, versos o frases que se reiteran y que al hacerlo vuelven familiares o entrañables momentos de sus poemas donde la palabra está sondeando en lo incierto, en aquello que a simple vista no se ve pero que late detrás de las cosas, las vidas y las relaciones.
—¿Cuál crees que fue el mensaje principal de este libro?
—Que la poesía de la lengua castellana es una inmensidad en la que podríamos sumergirnos mucho tiempo y en una de esas para siempre.