Por Antuá V. Brisso
De tropiezos i maullidos i encantos perdidos
En la catastrófica penumbra de la vida,
Se me ha ido la ira,
Se me ha ido el llanto,
Se me ha ido la dulzura de las manos
En los intentos sacrificados de vivir.
Se me ha ido todo intentando vivir,
Se me fue tu amor,
Se me fue el abrazo,
Se me fue el olor.
Se me fue el regazo de niño,
Se me fue la intención,
Se me fue la letra,
Se me fue lo ingenuo.
Sólo me queda este corazón invertido
Incendiado en las llamas de la muerte,
Ahogado en dolor,
Chorreando la pasión infinita
De la esperanza de volver amar.