El primer libro que se te venga a la mente durante en la infancia
No leí mucho durante mi infancia pero el primero que se me viene a la cabeza es Guerra mundial Z.
El libro que nunca terminaste de leer y por qué
¡Son demasiados! Jaja creo que en cierta medida por varios factores, a veces simplemente no enganchaba y por otro lado siempre he sido muy «disperso» en mis intereses. Pero se me viene a la mente Caballo de Troya 2 de J.J. Benitez, se me perdió y nunca compré otro.
Libros de ciencia ficción que inspiraron tu gusto por el género
Crónicas marcianas, Fundación.
Cinéfilo de género, ¿qué significó para tu carrera tu primer cortometraje inspirado en Star Wars?
Fue muy importante, la oportunidad de participar en ese corto fue la experiencia que me demostró que «es posible», antes de eso realmente no tenía mucho conocimiento acerca de lo que implicaba una realización fílmica de ese estilo. Renacimiento fue el comienzo de mi carrera y por eso siempre estaré agradecido de la oportunidad que me dio Inti Carrizo-Ortiz.
Incursionaste también con un par de cortos en el wéstern, ¿cómo fue esa experiencia?
Difícil y dura, pero maravillosa. Soy un fanático del wéstern, por varias razones y lograr contar historias de ese tipo fue un triunfo para mi. Hoy estoy preparando mi primer wéstern chileno y obviamente todos esos ejercicios anteriores me servirán muchísimo para este desafío.
Cuéntanos un poco acerca de tu corto Horsepower
Es un experimento principalmente «técnico», el guión no es muy bueno, pero queríamos explorar el género de acción y suspenso y comprobar que tan blockbuster podía ser el look final del corto, utilizando locaciones de mi ciudad —Concon— y la verdad creo que ese objetivo se logró plenamente, por cierto Horsepower fue el proyecto que me dio el empujón para iniciar A.D.A.M. fue ahí cuando me di cuenta que técnicamente estábamos listos.
Tu trabajo ha sido seleccionado en diversos certámenes alrededor del mundo, ¿cómo ha sido la respuesta del público en esas instancias?
Maravillosa, es increíble como A.D.A.M. ha logrado cruzar fronteras de lugares tan disímiles entre sí, Korea, Rusia, Serbia, India, Italia, Francia, Alemania, Australia, etc. Es muy gratificante constatar que los chilenos somos capaces de crear historias que son transversales en su contenido y que la calidad de lo que logramos en el cortometraje es reconocida en prácticamente todo el globo.
¿Cómo has sorteado el problema del financiamiento para tus películas?
Es difícil ese tema, y es para largo, pero resumiendo a la fecha todo ha sido gracias a amigos y a la propia gente que cree y confía en mis proyectos, sin ir mas lejos el único cortometraje que tuvo un cofinanciamiento —digamos de un «productor» que invirtió dinero— fue A.D.A.M., en donde Cristián Arellano colaboró con cerca de 2 millones de pesos. Producir cine en Chile es muy difícil, producir cine de ciencia ficción es mil veces más difícil, pero claramente, no imposible.
En un momento en que la normalidad parece recuperarse poco a poco, ¿cómo has visto la experiencia de la reapertura de las salas de cine en otros países?
Para mi es ideal, soy un tipo que no cambia la experiencia de «ir al cine» no me gusta ver películas en tablets ni teléfonos, y con suerte soporto verlas en televisores grandes, creo que entrar a una sala de cine a disfrutar de una historia conlleva una magia que no se logra en otros lados. Respecto de otros países creo que la cosa va bien, y espero que se replique pronto en Chile.
Una de las cosas «positivas» de la pandemia, si se puede hablar en esos téminos, es que el encierro nos volvió a conectar con la literatura y el cine, hubo un mayor interés por series, libros, se realizaron festivales completamente online, ¿ves en esto una oportunidad para seguir contando tus historias?
Claramente, esta situación ha puesto sobre el tapete la importancia que tenemos quienes creamos «arte» en cualquier de sus expresiones. Siempre digo que ha sido el arte el que nos ha mantenido medianamente cuerdos durante este encierro, tal como dices, los libros las series, la música han sido las herramientas que nos permiten evadir la situación, sin duda que esto ha generado un ambiente muy propicio para seguir creando sobre todo porque en un país en donde los recursos escasean y los pocos que hay se entregan a puntos de nepotismo y pituto, el papel que juega la gente en el financiamiento colectivo de proyectos como los míos, es primordial.
A.D.A.M, tu más reciente proyecto, ha sido elogiado por su historia y su calidad técnica, ¿qué nos falta para cambiar la idea de que el cine chileno es fome y poco vendedor?
Para esa pregunta tiene una sola respuesta o por lo menos la más contundente desde mi punto de vista, FALTA QUE EL PUBLICO CHILENO VAYA AL CINE A VER PELÍCULAS CHILENAS. Es necesario que los chilenos entiendan la importancia que tiene que le den la oportunidad a los proyectos nacionales.
A.D.A.M. está ambientada en un Chile futuro y pone en cuestionamiento los límites éticos del actuar policial, ¿con qué elementos del presente crees que dialoga tu película?
A.D.A.M. es precisamente una historia que encierra dos analogías muy presentes, una es el uso desmedido de la fuerza por parte de las policías, en el mundo de A.D.A.M. solo la policía tiene androides, eso la posiciona en un nivel de poder superlativo, y la segunda analogía es la «dependencia» obsesiva que tenemos de la tecnología. Hoy en día prácticamente no podemos sobrevivir sin nuestro teléfono inteligente, es una gran herramienta pero también nos vuelve «casi» esclavos, en el futuro ese mismo cuestionamiento se aplica a la tecnología de los A.D.A.M.
A.D.A.M. está proyectado para convertirse en un largometraje, ¿cuáles son los planes que tienes para preparar el camino hacia las salas de cine?
Bueno, estamos en una etapa bien extraña, tenemos mucho reconocimiento de festivales hemos ganado muchos premios, estamos en el catálogo de Cinema Chile, estuvimos en le market de producción de Cannes pero aun no recibimos alguna oferta de alguien que quiera coproducir o producir el largo. Sin embargo estoy haciendo todos los contactos necesarios para que eso ocurra, obviamente otra opción viable es un crowdfunding pero ya tuvimos una experiencia y no nos fue nada bien.
Por último, quiero preguntarte acerca de tu libro de 2019 Desde los miedos, ¿de qué se trata y dónde se puede conseguir?
Es una antología de 9 cuentos de ciencia ficción, terror y suspenso. Estos cuentos eran guiones que tenía guardados y que decidí transformar. Entre los cuentos hay una versión de A.D.A.M. Por el momento solo tengo una versión digital del libro, tuve una edición pequeña de 100 ejemplares autogestionados que vendí en muy poco tiempo.
¿Canes o Sundance?
Cannes
¿De Niro o Di Caprio?
Di Caprio
¿Colt o sable láser?
Un sable láser en la mano, y en el cinto una Colt.
Aquí puedes ver una muestra del trabajo de Pablo Roldán López quien se encuentra realizando ahora una campaña de recaudación de fondos para terminar la producción de su corto animado El último poema del mar. Mientras dure la campaña liberará por algunas horas el exitoso cortometraje A.D.A.M. que acaba de ganar en Italia el premio a mejor corto y mejor guión. Puedes seguirlo en redes sociales y apoyar su trabajo.