Ante un marco de público fabuloso y con grandes loas, se lanzó el nuevo libro de Juan R. Chapple, que nos recuerda lo mejor de la producción latinoamericana en la materia, como los grandes textos del uruguayo Horacio Quiroga o la chilena María Luisa Bombal, así como de la más contemporánea argentina Mariana Enríquez, y que guarda el ADN de grandes de la literatura y el terror universal como Edgar Allan Poe, Arthur Machen, Thomas Ligotti, Lovecraft o Clive Barker.
En un emplazamiento inmejorable, el impresionante auditorio central de la sede central de la Universidad Autónoma de Chile (Pedro de Valdivia 425), se desarrolló el lanzamiento de el libro El día más salvaje y otros cuentos de la penumbra, el pasado sábado 02 de abril, ante un marco de público bastante inusual (un auditorio casi repleto) y alentador para estos tiempos de pandemia del escritor, editor, periodista y magister en literatura Juan R. Chapple.
En la oportunidad, las luces apagadas y habitando la caverna de la oscuridad, se presentó un video alusivo del libro, ganador del concurso de creación literaria del fondo del libro y la lectura.
Chapple, reconocido autor y periodista del medio nacional (autor además de la novela Vertederos, del libro de prosa poética Un astro umbrío en el pérfido día brillante y del volumen de crónicas íntimas Memorias de un corazón de fuego), fue escoltado por la académica de la UDP Bernardita Eltit, el doctor en literatura Nicolás Poblete y el poeta y narrador, director de ediciones de la Biblioteca Nacional Thomas Harris y el periodista Gonzalo Figueroa.
El libro, quizás es el conjunto de cuentos de la narrativa de lo insólito, el terror y lo fantástico más importante publicado en el país en lo que va del siglo, y que también combina una visión política, histórica y social leída desde esas coordenadas.
En los textos leídos por los diversos presentadores se señaló lo siguiente:
La investigadora literaria Bernardita Eltit advirtió que «estamos ante los escenarios posibles que preceden y trascienden lo humano. Son justamente las condiciones de posibilidad de vida de nuestra especie las que están en el centro del libro “El día más salvaje y otros cuentos de la penumbra” de Juan Chapple. El conjunto de relatos que conforma este libro aborda temáticas aparentemente disímiles e incluso formas de abordarlas también diferentes. Sin embargo, los límites de la identidad de las sociedades que habitamos parecen trazar un mapa que los contiene a todos. Cómo no pensar en relatos como “Bajo el agua negra” de Mariana Henríquez, en estas literaturas de fin de mundo o, por lo menos, literaturas que dan cuenta de una conciencia antropocénica». Eltit también agregó que «Los cuentos de El día más salvaje dialogan con los aspectos menos felices de las sociedades que hemos construido, que habitamos y padecemos. Con las posibilidades más sórdidas y misteriosas de su extensión y nuestra apatía. En consonancia con un país azotado por décadas de injusticia, extrema desigualdad y un modelo extractivista brutal. La literatura de Juan Chapple nos invita a habitar la barbarie. Veamos a qué nos llevan, a dónde les llevan a ustedes estos relatos fantásticos».
Por su parte, el profesor, traductor y escritor Nicolás Poblete, señala que «Chapple entabla una conversación con diversos géneros, notablemente el terror. En el cuento que abre el volumen, “La música del paraíso”, encontramos un imaginario que recuerda a Poe. Descripciones como la siguiente refieren a esta estrategia: “se les introdujeron fierros al rojo dentro de los tímpanos para que los gritos propios quedaran muy bien guardados dentro de ellos, como cajas de música siempre abiertas al dolor personal…”. En varios relatos vemos este diálogo entre tortura y terror, que trae a la memoria, asimismo, cuentos como los acuñados por Horacio Quiroga, un referente crucial del terror latinoamericano. “Hombre artificial” o “El almohadón de plumas”, son algunas obras de Quiroga que explotan este diálogo. Como leemos en “La música del paraíso”, la voz se erige como “el canto de un mundo que agoniza”, señaló en su presentación Poblete, destacando además que “la denuncia del implacable mercado no es solo temática, sino que Chapple la lleva al lenguaje mismo. El volumen entero es una apuesta o, más bien, un muñequeo burlesco contra la consumición facilista. En todos los cuentos resalta una persistente, casi terca resistencia a la imagen rápida y a la locución de digestión expedita. Párrafos como el siguiente delatan una determinada aversión a cualquier guiño comercial: “Vistos así, encumbrados en su arrobamiento fútil, los seis endemoniados parecían carcazas humanas solamente, desérticos envoltorios de un deseo tan irreprimible como desconocido, ignoto tal vez también para ellos».
Asimismo, el poeta y narrador Thomas Harris, señala en su escrito que se trata de un volumen donde campean los «sueños perversos y la perversión de los sueños en cada relato (…) una visión de la ciudad desolada y desoladora o los acontecimientos que preceden a la muerte y al fin de los fines. Juan Chapple logra dar en el punctum (lo que más nos pincha en el sentido barthesiano) de nuestro mundo gótico –porque esa es la estética de Juan Chapple- el terror, el miedo, el escalofrío y los que más ahora nos perturba. Diez relatos que nos hacen mirarnos, atisbarnos con más dudas que certezas hacia adentro, expulsando la certidumbre; diez relatos que nos hacen, con la pluma siniestra y sobre todo diestra en el horror de Juan Chapple replantearnos la “realidad” y el mundo tal como lo vemos, o lo estamos intentando percibir ahora: entre el miedo, la inexactitud de las ideas, la incertidumbre, la peste, una guerra nuclear ad portas, y un futuro que se doblega más bien hacia los roquedales góticos de la metamorfosis kafkiana».
El propio Harris sostiene de modo terminante: «El día más salvaje de juan Roberto Chapple es un volumen de cuentos, no solamente salvaje, sino como su subtítulo lo propone, “penumbroso” y también surrealizante a la manera de la María Luis Bombal más inquietante, dolorosa y fúnebre. Son textos que dejan una sensación de desasosiego como un eco profundo mucho tiempo después de terminada su lectura. Un libro a veces terrorífico, a veces insinuante, siempre notable».
Por otro lado, uno de los más entusiastas críticos del libro fue el escritor del horror cósmico e investigador de lo oculto Sergio Fritz Roa, uno de los más reputados entendidos en la materia a nivel nacional y regional, quien señalo: «Mis impresiones son las más queridas por un escritor. Y sé lo que digo, pues yo mismo soy un escritor y un estudioso de la narrativa de Horror. En efecto, la escritura de Chapple obtiene una a una las recompensas que cualquier escritor deseara: es eficaz en atrapar al lector, su prosa cuando así lo exige el relato es poética, las temáticas siempre notables y personalísimas, el desenlace es imprevisto, etc».
«Pero, lo que más admiro de Chapple es su capacidad de lograr que las imágenes por él urdidas, no se borren de la mente… Arte prodigioso es aquel donde muy pocos tienen la habilidad para consumar el éxito. Alquimia pura, sin duda. Alquimia narrativa, pero también Magia narrativa».
«En el escenario nacional, a pesar que creo haber leído cuanto relato y novela de horror se haya impreso, no veo parangón. Quizás solo el poco conocido Héctor Pinochet, quien al igual que Chapple hizo de la escritura un oficio lento, de destilación constante y que consiguió escenas indelebles en las mentes».
«Solo es en el plano internacional donde puedo hallar a ciertos compañeros de ruta de nuestro hombre. Y así, hay escenas (como las de “Pies”) que tienen la originalidad de un Clive Barker; visiones oníricas (como las aparecidas en “La música del Paraíso”) dotadas de una malignidad exquisita o repulsiva (depende de los gustos de cada uno), que hemos conocido gracias a Clark Ashton Smith y William Beckford; o la poética de la destrucción (en su relato “Defenestraciones”) de J. G. Ballard».
Finalmente, Fritz despidió su texto con estas palabras de fecunda y sentida bienaventuranza hacia el texto de Chapple: «Estamos, queridas amistades (a las que veo ahora con los ojos de la mente), frente a un inusual hecho en el Chile de las últimas décadas. El nacimiento de una obra rotunda, que a nadie le será indiferente. Y tenemos la suerte de presenciarlo. Ya sea de manera física y cercana o espiritual y distante. En uno u otro caso, compartimos el milagro. El gran milagro que emociona el alma…».
Por último, el propio Chapple señaló que «la literatura tiene que hechizarnos, qué duda cabe, pero, más importante, nos debe llevar de la comprensión a la revelación, y de ello a la iluminación; grandes o pequeñas iluminaciones: la iluminación del lenguaje, una nueva forma de comprender el mundo, al ser humano, a la psicología, una forma de descubrirnos a través de las imágenes y los laberintos de la palabra… una iluminación, aunque esta sea oscura».
El autor santiaguino añadió que: «Por eso digo que la literatura tiene que producirte una herida al mismo tiempo. Esa herida es casi literal y al mismo tiempo metafórica. En este caso la herida está entre la ensoñación y la alucinación, en ese exacto momento de dubitación, de oscilación, el instante del temblor de la razón, ni un segundo antes ni después… donde se triza la realidad o donde, incluso, se puede llegar a quebrar… para estar, como me gusta decir, más allá del telón púrpura».
Por último, El día más salvaje, que lleva inscrito un homenaje implícito al eximio escritor de Boston Edgar Allan Poe y su El hombre de la multitud, que, como dijo Chapple, «espejea al ser que está por venir, ese hombre que se solaza con sol negro y que se siente aliviado, eufórico en el aire de las multitudes y el tintineo de las mercancías, un monstruo en esos albores de la revolución industrial, pero que hoy es solamente el hombre actual. Por qué, porque el monstruo, aquello que está fuera de la naturaleza, cual es el significado de monstruo, mutó, porque la naturaleza, la naturaleza social también mutó y se trata sin lugar a dudas del hombre de hoy, potencialmente de todos nosotros.
Pero Poe no solo es importante en su vertiente terrorífica y gótica, sino también en su ámbito absurdo. No muchos reconocen en el autor de Boston, en este gran creador de horrores y catafalcos, asimismo, un mago de la comicidad y del absurdo… con lo que comprobó que esos extremos, aparentemente tan distantes, a veces se tocan. Cuento emblemático de ello es El ángel de la extravagancia, un ser que no tiene nada de alado y sí mucho de shopería alemana con su cuerpo de tonel y sus brazos de botella con licor. Algo de eso, subrepticiamente, encontrarán también aquí, mezclado con lo siniestro, es decir, lo familiar vuelto extraño, en cuentos como El secreto de la esfinge, por ejemplo».
El libro, publicado por el sello Los Libros de la Medianoche y distribuido por Ocholibros editores, que ya se avizora como un verdadero hito dentro del ámbito del terror nacional e iberoamericano y la escritura de la región, así como el autor, seguirán su recorrido con la presentación en diversas instancias comunales y regionales. ¡Estén atentos!