Ha dejado de llover, editado bajo la Editorial Cuarto Propio, es un poemario con un enfoque distinto a los anteriores, descubriendo una nueva voz en donde el «amor» está muy presente. Brito menciona al hablar del término amor en este poemario, que es sin caer en lo meloso o en los clichés. Un libro potente, en el cual Cristián presenta su última obra que abarca un cambio de gran paz.
—¿Cuál fue la inspiración para crear Ha dejado de llover?
—Después de haber escrito varios libros donde la temática siempre fue más bien sombría, decidí escribir un poemario con otro tono, con otra mirada. En este sentido, el concepto de amor es algo que me llama mucho la atención y que está muy presente en la literatura y poesía en particular. Si bien mis inquietudes son las mismas, creo que con Ha dejado de llover le doy una vuelta de tuerca a lo que acostumbro hacer. Para escribir leí mucho a Gonzalo Rojas, así como a Bertoni, especialmente Adiós, que es un libro de desamor, otro concepto que también trabajo en el libro. Lo más difícil de todo fue adoptar otra voz, muy diferente a la que habitualmente tengo, pero sin caer en lo meloso, clichés y lugares comunes, y creo que en gran medida lo conseguí. Es un libro más bien optimista en donde el amor y sus complejidades son el eje central.
—¿Por qué el nombre del título del libro?
—El título del libro obedece a hechos vitales que marcaron mis últimas publicaciones, especialmente Todo es sobre la muerte y Acariciando el aire, en donde el centro de todo es la enfermedad que sufrió mi pareja de entonces y que terminó con su vida. Luego de pasar por ese trance comencé a mirar las cosas con una mirada diferente, un poco más optimista, entonces pensé en un título que hiciera alusión a ese renacer, y Ha dejado de llover transmite ese cambio a un estado de mayor paz.
—El amor es un tema recurrente en Ha dejado de llover, ¿cuál es la razón?
—Como te comentaba anteriormente, el amor es un tema que siempre me ha llamado la atención en literatura, pero no lo había desarrollado en profundidad. Ha dejado de llover es un libro de resurrección que se produce a partir de la experiencia de amar. Amar lo que sea, a la madre, al padre, o al entorno. El amor es un término tan grande que abarca muchísimas facetas de nuestras vidas y que, finalmente, es necesario para tener un mejor vivir, y eso es lo que buscaba, un giro, una vuelta de tuerca luego de un periodo negro y de mucha pena y desolación.
—Como en la pregunta anterior, el amor se repite en tus temas. ¿Qué tipo de amor existe en tu libro?
—El amor presente en mi libro es un amor desbordado en sus márgenes. Es un poemario en donde se muestra un sentimiento que destella ilusión y que de una u otra forma ha impulsado gran parte de mis poemas. Es imposible eludir el amor, sería como evitar nuestra naturaleza. El tipo de amor es un amor a la vida, un amor a la esperanza, pero también hay desamor, ese estado en que todo parece desmoronarse. El ser humano necesita amar y ser amado. Es una de las bases de la felicidad.
—¿Qué significa el amor, la vida, la muerte para ti en tu trabajo?
—Son conceptos fundamentales en mi trabajo. Los misterios que contienen me han llamado siempre la atención, es por ello que de una u otra forma están presentes en mi poesía. Las experiencias límites y definitivas del ser humano son temas que siempre han influenciado mi creación. El misterio de estos temas es fascinante y sin duda serán una fuente de inspiración en toda mi obra.
—¿Cómo ves el tránsito de tus trabajos? Desde tu comienzo hasta Ha dejado de llover.
—Con la publicación de este mi octavo libro siento que he alcanzado una madurez escritural. En este sentido, la lectura y la escritura sin pausa ha ido moldeando mi voz poética. Después de 20 años en esto, me siento conforme con mi trabajo. Cuando leo mis antiguos poemas a veces no me reconozco, sin embargo, sí recuerdo esos momentos. Mis libros son el reflejo de lo que soy. Una suerte de autobiografía poetizada.
—¿Cómo es ser poeta en Chile?
—La poesía es un género literario sumamente humano, donde se encuentra la esencia de la existencia. Por lo mismo siempre ha habido poetas y los habrá. Si no es así la humanidad como la conocemos no sería la misma. Lamentablemente en Chile, un país de poetas, no se lee mucha poesía, a pesar de que tenemos exponentes extraordinarios. Ser poeta es un ejercicio personal, profundo, sentido, solitario. Cuando escribo poesía no pienso en la publicación de un libro, sólo quiero transmitir eso que tengo en el estómago y que me quema. Ojalá se leyera más poesía, no sólo los lectores, sino que todos. A la clase política le falta poesía. Pero nadie le toma el peso a este arte que es el espejo de quienes somos genuinamente. Chile tiene grandes poetas, mujeres y hombres, el estado de la poesía es saludable y con gran futuro, y ahora las editoriales independientes facilitan la publicación, pero falta lo más importante, los lectores, y esto en gran medida se produce por la escasa difusión de la poesía. La crítica literaria se enfoca en la narrativa y salvo contadas excepciones los críticos abordan libros de poesía.
—¿Cómo ha sido publicar con Editorial Cuarto Propio?
—Cuarto Propio es una editorial a la que quiero mucho. Paloma y Marisol la levantan con mucho esfuerzo. Tiene un catálogo de lujo y una tradición conocida por todos. Para mí es un orgullo publicar con ellas y pienso seguir haciéndolo porque se la jugaron por mí, y eso no lo olvido.
—¿Dónde podemos encontrar tu trabajo?
—Casi todos mis libros están en Buscalibre, pero también en librerías como Que leo, Antártica y otras, especialmente de Santiago, pero también se puede adquirir en la web de la editorial www.cuartopropio.com