Liquen, es el más reciente poemario de Ninfa María, lanzado a finales de 2024 bajo el sello de Palabra Editorial, una obra que invita al lector a explorar una fascinante interacción de tres voces que convergen en sus páginas. Es un viaje poético que conmueve profundamente, provocando emociones y sensaciones que esperan ser descubiertas entre cada verso.
Liquen se complementa con fotografías esenciales que brindan una ventana al alma creativa de Ninfa María, uniendo su palabra a los paisajes y colores del sur de Chile. Si quieres adentrarte aún más en el universo de Ninfa María, te invitamos a visitar su canal de YouTube, donde puedes apreciar más de su trabajo.
No te pierdas la entrevista a esta talentosa poeta, cuyo estilo sorprendente sigue dejando huella en quienes la leen.
—Cuéntanos sobre tu poemario
—Liquen trata sobre relaciones de dependencia, siguiendo la historia de una pareja, desde su primer encuentro y lo que sucede posteriormente ¡sin spoiler! Asimismo, trata sobre los líquenes como especies simbióticas. Los líquenes existen por la interdependencia entre un hongo y un alga, forman un organismo muy diferente del que producirían por separado. Entonces, se van intercalando tres voces en el poemario, una de ellas es el/la hablante lírico/a, otra va otorgando datos científicos acerca de la vida de los líquenes. La tercera la dejo en suspenso, para que la descubran.
El relato poético insiste en la ambigüedad acerca de la identidad de quienes conforman la pareja, sin decidir completamente si corresponde al reino liquénico o humano, pues los nombres utilizados son aquellos científicos de los distintos órdenes de líquenes, sus alimentos y sustratos. También, los lugares y acciones que se describen en la obra son diversos y propios de ambas especies.
—¿Quién sacó las fotografías de Liquen?
—Yo, las fui recopilando a lo largo de estos años en vacaciones y paseos a lo largo de Chile. Me di cuenta de que hay muchísimos líquenes sin necesidad de buscar tanto. El clásico playero es el Follmannia Orthoclada, se le llama «muro naranjo». En el sur hay uno que le llaman «barba de viejo» y crece en las ramas los árboles, pueden llegar a ser larguísimos. Mi favorito de los bosques es la Usnea, es central en el poemario. No diré por qué, para no spoilear.
—¿Por qué el título?
—Si bien el poemario trata sobre una relación tóxica, quise usar Liquen para relevar formas no humanas de interacción y cómo lo que consideramos tan propio de nosotros puede ser parte de un funcionamiento orgánico más extenso entre especies, borroneando nuestra unicidad, saliendo un poco del antropocentrismo al relatar relaciones. Digo un poco, porque si bien intento hacer algo más interespecie, el centro del relato está puesto en la subjetividad humana. Los líquenes usualmente tienen una simbiosis mucho más benéfica o comensalista, pero ven afectado su crecimiento por la contaminación de su hábitat, a la que son extremadamente sensibles, que es lo que pasa en esta historia.
—¿Qué significa para ti la naturaleza?
—No es algo separado de nosotros. Somos parte de y continuación de ella, estamos entrelazados al punto en que no la «imitamos», somos naturaleza. Pienso que observar otros organismos revela aspectos críticos de nosotros, que no podríamos ver tan claramente si sólo nos quedamos mirándonos las caras.
—Nosotros, los humanos, ¿podríamos ser un estilo de liquen?
—Claro. Pienso que hay mucho de simbiosis en nuestras relaciones, no se ve tan claro en humanos, porque mucha de esta interdependencia es psicológica, aunque en algunos casos es muy material también. De todas formas, hay muchos tipos de simbiosis, los líquenes son más comensalistas, se ayudan mutuamente y ambos crecen. Pero hay mucho humano parásito por ahí dando vueltas, generando dinámicas de poder súper dañinas para sus huéspedes. Hay que empezar a tomar conciencia de esto y aprender a relacionarnos de formas más sanas.
—¿Qué quieres comunicar con este trabajo?
—Hacer este poemario fue terapéutico para mí, lo hice saliendo de una relación que me dañó bastante. Espero que pueda echar luz sobre dinámicas que acostumbramos a llevar, poniéndoles encima palabras como «intimidad» o «amor» y que no nos hacen bien. Yo aprendí que no puedo salvar a nadie sin consumirme en ese proceso. Opté por salvarme a mí misma. Pienso que el poemario puede ser un punto de encuentro entre salvadoras.
Para comunicarlo no solo tengo el poemario, estoy haciendo una serie de videoarte con él. Llevo ya cinco videopoemas de siete que completan la serie, los pueden encontrar en mi canal de YouTube. Con este proyecto busco darle otra dimensión a la producción poética, exceder el dominio del libro y establecer un entrecruzamiento con la obra audiovisual, de hecho, en la última página se encuentra el código QR que lleva a la lista de reproducción de la videoserie. Sus capítulos varían en estilo y duración, a fin de reflejar el tono emocional y singularidad de cada poema y fase de la historia, por lo que cuenta con una estética muy diversa. Para eso usé mis grabaciones de espacios naturales, correspondientes al hábitat de los líquenes, conformando escenas donde lo orgánico es protagonista. Además, desarrollé escenarios fantásticos a través de inteligencia artificial, a fin de crear un mundo en el cual no es claro si los protagonistas son humanos, del reino vegetal, reales o virtuales. Estoy muy metida en lo audiovisual actualmente, me motiva mucho hacer obras de ese tipo
—¿Cómo fue trabajar con la Palabra Editorial?
—Fue hermoso, súper fluido. La Euge es un amor de persona, muy buena para conversar, disfrutamos de varios cafés juntas, en su deslumbrante biblioteca, sus gatitas incluidas. A ella le gustó tanto el proyecto que no quiso tocarlo mucho, salvo algunos detalles específicos, aportando con sus años de experiencia como editora con cosas que yo ni había pensado, sobre todo en lo visual. Creo que nos entendimos bien porque ambas somos artistas multidisciplinarias, me gustó mucho verla trabajar. Además que ambas somos personas muy ocupadas, entonces nos dimos los tiempos que necesitábamos y no nos apuramos. Fue crucial ese respeto y también me sentí muy valorada como artista.
—¿Dónde podemos encontrar tu libro?
—Este año quisiera buscar librerías, para dejarlo en puntos específicos, pero por el momento lo estoy moviendo yo. Me pueden escribir a mi correo o a mi instagram para coordinar la entrega.