Para Emilio, armar Ramones en 32 canciones, lanzado por la editorial nacional Santiago-Ander, le demoró tan solo cinco meses. Fue un proceso investigativo bastante arduo, vio documentales, leyó toda la información necesaria para preparar el libro e inspirarse en cómo escribiría este trabajo tan interesante que entra de lleno en las canciones y describe la banda en profundidad.
—¿Cómo llegaste a escribir sobre este libro? ¿Qué fue lo que te inspiró?
—En realidad, fue casi casual. Estaba en un momento en que dije «ya, voy a leer libros en inglés para practicar y mejorar». Y, para empezar con libros que se me hicieran más fáciles y entretenidos, leí la autobiografía de Dee Dee Ramone. Luego la de Richie Ramone. Y después el de la esposa de Dee Dee. Y, como además había leído todos los libros traducidos al castellano sobre Ramones, llegó un momento en que me di cuenta de que tenía mucha bibliografía e información en mi cabeza y que podía darle alguna utilidad, alguna salida. Ahí vino el proceso de pensar cómo podía escribir algo sobre Ramones desde un punto de vista novedoso, que no fuera la típica biografía. Y así nació todo.
—¿Qué tienen en parecido estos chicos del punk?
—Todos eran muy distintos en sus personalidades. Johnny era fiero, violento, agresivo, temperamental. Joey tenía un TOC severo y actitudes extrañas, además de lento y desgarbado. Dee Dee era creativo, pero muy autodestructivo e inestable. De cierta forma, todos eran unos casos perdidos. Si tenían algo en común, es el amor absoluto e incondicional por la música. Todos eran melómanos, fanáticos del rock and roll y del pop de los cincuenta y los sesenta, muy conocedores. Todos sus problemas quedaban afuera al momento de crear música, y eso es lo más bello de esta historia.
—¿Cómo fue el proceso investigativo?
—La mayoría de la información ya la había leído antes de que se me ocurriera escribir el libro. Ramones es mi banda favorita, así que solo tuve que repasar algunos puntos que me interesaban más, pensando en el libro: volver a ver documentales, leer entrevistas, refrescar la memoria y tomar apuntes. Fue bastante rápido. Desde que se me ocurrió la idea para el libro hasta que lo terminé, pasaron solo unos cinco meses.
—Dentro de sus discos los Ramones incluían covers, ¿cuál fue, a tu parecer, el más importante?
Difícil pregunta. Probablemente «Surfin Bird» de los Trashmen sea de los más importantes en sus primeros años. Es una canción surf adaptada al punk de Ramones y calza perfecto, tanto que la siguieron tocando en vivo hasta el final. También fue importante «Baby, I Love You», de las Ronettes, por toda la historia que tiene atrás y por lo «oveja negra» que es dentro de su discografía, a pesar de que hasta el día de hoy es una de las que más suena en las radios.
—¿Cómo fue indagar por cada canción hasta llegar a su significado?
—Como escucho a los Ramones desde los trece años y siempre he sido bastante ñoño, la mayoría de las canciones ya las tenía bastante dominadas en su contenido e historia antes de escribir. Pero en sus últimos años las canciones de la banda se fueron volvieron más crípticas, más metafóricas, y esas letras realmente no las había profundizado. Así, hubo algunas que me sorprendieron, como «Poison Heart». No tenía idea de que existía una grabación previa de Stiv Bators ni todo el rollo personal que Dee Dee le metió en la letra. En esos casos investigué en todas las fuentes posibles, sobre todo entrevistas y autobiografías.
—Impresiona como ellos han pasado del punk a la cultura popular, ¿cómo ves eso?
—Raro. Cuando los empecé a escuchar y me hice fan, no eran tan conocidos. Salían muy poco en la radio y sus discos eran difíciles de conseguir. Saltaba en una pata cuando podía grabar una canción completa de ellos en un casete desde la radio. Hoy es muy distinto, en todas partes ves gente con la polera de Ramones, el logo es casi tan conocido y explotado como la lengua de los Rolling Stones, sus canciones salen en comerciales y muchas rotan en las radios. No sé hasta qué punto tenga que ver con su muerte prematura. Todos los muertos son buenos, dice el dicho, sobre todo cuando la industria ve que pueden sacarles provecho. O quizás su música fue muy adelantada a los tiempos. Es raro. Y es triste que ellos no hayan podido vivir para verlo.
—¿Cómo ves el punk y los personajes femeninos dentro de las letras de los Ramones?
—Hay un mini subgénero dentro de las canciones de Ramones con personajes femeninos. Judy y Jackie fueron las primeras. Luego Sheena, Suzy, Ramona. Para los últimos años apareció Heidi. Son personajes como sacados de un cómic, rebeldes, divertidas. Quizás la que más marcó fue Sheena, que es una chica que no quiere ir a la disco y prefiere quedarse en Nueva York escuchando punk rock: toda una declaración de principios.
—¿Cuál es el sello característico de la banda?
—Las canciones cortas, rápidas, ruidosas, pero al mismo tiempo muy pop. También la pinta, los cortes de pelo y las chaquetas de cuero.
—¿Cuál es el legado de los Ramones?
—Esa convicción de que no es necesario esperar a ser un virtuoso para hacer una banda. Toma lo que tienes, retuércelo, convierte tus limitaciones en virtudes y solo hazlo. Los Ramones son una de las bandas más influyentes de la historia por ese empuje que les dieron a varias generaciones que tomaron esa enseñanza y decidieron no esperar a ser Jimmy Page para formar sus propios grupos.
—¿Por qué comprar el libro?
—Si te gustan los Ramones, el libro te encantará, porque tiene mucha información novedosa, con fuentes que no son las habituales, y con un enfoque distinto al de las típicas biografías. Y si no te gustan tanto, también lo recomiendo, ya que probablemente vas a encontrarte con una banda muy distinta a la caricatura que se ha hecho de ellos. Y si no te gustan, pero te gusta la música, también es un libro para leer, ya que los Ramones son por lejos una de las bandas más importantes e influyentes de la historia y hay que conocerla.
