Vladimir Rivera Órdenes es guionista y escritor. Autor de la infravalorada serie Gen Mishima (la pueden ver en YouTube), acaba de publicar con La Pollera un texto que poco o nada tiene que ver con sus anteriores creaciones. De hecho, la mencionada serie es una distopía científica sobre una academia de niños superdotados que supuestamente existió en el sur de Chile.
En el pueblo hay una casa pequeña y oscura es un relato sobre la vida de Rivera Órdenes en Parral durante la dictadura, los noventa y los 2000. Estructurado de manera cronológica, asistimos a un informe del interior que vislumbra la historia contemporánea de Chile desde la intimidad de la provincia. En sus páginas no se pretende figurar a través de la literatura del yo, más bien, lo que se documenta es al pueblo de Parral, ese espacio diminuto en el que verdugos y torturados convivían por sus mismas calles.
Hijo de un detenido desaparecido y de una trabajadora, creció entre la precariedad y el prejuicio. Sometido a las condicionantes de todo pueblo -en donde el sentido de comunidad está presente en cada momento-, este micro espacio fue un botón de lo que se vivió en muchos lugares del país, con la salvedad de que el anonimato no existe y las historias te perseguirán por siempre.
El de Vladimir Riveras es un libro escrito con honestidad. Acá no hay pomposidad ni falsedad, acá está un niño que quiere conocer a Manuel Bustos, admira la poesía de Neruda y sigue añorando a un hermano que nunca conoció.
Muy recomendable para estos días de pandemia en donde el mundo dejó de parecernos reconocible.