Domingo, Enero 12, 2025
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Fa Casol y Martín Sepúlveda: Unión de amor y artística en la re-edición de «El Diablo también»

Fotos: Fa Casol y Martín Sepúlveda

 

La pareja de artistas lleva un tiempo creando cosas juntos. El amor por la literatura y las ilustraciones hicieron que ambos trabajaran en El Diablo también, obra de Martín que hoy Fa ilustra en Desastre Natural. Se admiran mutuamente, y el cariño se ve reflejado en el resultado final del libro. Con ustedes Fa y Martín.

 

—Cómo fue el proceso creativo del libro.

—Fa: Yo había leído la primera edición del libro cuando empezamos a pololear, y con la escritura de Martín se me hacía muy directo imaginar todo lo que iba pasando, cuando en Desastre Natural le ofrecieron hacer la edición ilustrada, pensé altiro que yo podía dar con esa visualidad. Lo hablé con les editores, mostré bocetos, y ahí tuve que dar con el estilo solamente, porque las imágenes ya las tenía.

Martín: Eso para mí fue bacán, porque como escribo siempre pensando en cine, tenía muy clara la foto de cada cuento, y me preocupaba que un ilustrador se fuera totalmente para otro lado. Pero la Fa lo entendió de una, y el proceso de cada ilustración fue rápido y fácil porque estábamos en la misma onda… y la misma casa.

—¿Cómo fue ilustrar esta obra?

—Fa: El inicio fue difícil, ya que tengo un estilo que es muy distinto a lo que este libro requería. Yo dibujo cosas rosadas y personajes de ojos gigantes, pero fue igual una aventura lanzarme a hacer algo tan distinto, y una vez que encontré el estilo, fue muy natural seguir con cada una de las ilustraciones.

—¿En qué consiste El diablo también?

—Martín: Es un libro de cuentos esencialmente sobre la violencia, y cómo nos relacionamos con ella. Ha sido catalogado harto como un libro de terror o de horror, que creo que tiene mucho que ver con la sensación de piel que el gore y la tragedia en estas historias produce. Pero para mí siempre ha sido más que nada una serie de historias más o menos plausibles sobre lo fácil que es cruzar la línea de la violencia, y lo difícil que es devolverse.

—¿Nos pueden contar cómo fue trabajar juntos?

—Martín: Fue curioso, porque en general trabajamos en hartas cosas juntos, pero proyectos que nosotros impulsamos. Como esto venía de una editorial, y cada uno tenía que tener sus propias conversaciones con le editore, tuvimos que trabajar medios «separados», a pesar de estar sentados a 3 metros de distancia todos los días. Era chistoso que yo tenía que dar mi feedback a través de nuestre editore, en vez de decirle las cosas cuando nos íbamos a acostar.

—Fa: Al principio yo estaba muy nerviosa, porque encontraba un honor ilustrar el libro, y no quería decepcionar a Martín. Pero todo se fue dando bien, y al final lo único que me daba un poco de risa era que le editore me decía «voy a mostrarle esto a Martín a ver qué opina», y yo pensaba: pero si lo tengo acá en la misma pieza.

—Martín: Pero fuera de esos detalles chistosos, trabajar juntos en este plano más formal y profesional fue increíble. Es distinto cuando armas algo con tu pareja y vas paso a paso desde cero, con juegos y distracciones, a cuando llegas a un lugar y la ves desenvolverse solo desde lo profesional. Yo quedé dado vuelta cuando pude ver el resultado final, porque no es un tipo de ilustración en el que yo podía reconocer a la Fa.

—¿Siempre quisieron trabajar juntos?

—Fa: Recuerdo cuando era una jovencita de 17 años y conocí a este chascón alto llamado Martín, me acuerdo que lo que más me gustó de él fue lo inteligente y motivado que era. Apañaba a los proyectos de todo el mundo, y creo que desde ese momento siempre quise hacer todo con él.

—Martín: Sí, todo viene desde el colegio. La Fa tocaba acordeón en el patio a pata pelada, y yo tocaba guitarra y soñaba tener una banda con ella y que nos enamoramos. Al final tuvieron que pasar más de diez años, y fueron libros en vez de discos, pero llegamos a puerto. Ahora nuestra casa es nuestra oficina, nuestro taller y un lugar lleno de proyectos y gente que va y viene. Vivir y trabajar juntos es el sueño y lo estamos viviendo.

—¿Qué cosa los inspira del uno al otro?

—Martín: La primera vez que salimos, la Fa me comentó que aparte de la publicidad ella quería ilustrar y diseñar, pero que sentía que era imposible empezar así de la nada. Dos años más tarde, está ilustrando para dos editoriales y un diario, haciendo un libro propio y empezando estudios sobre arte. Su determinación para buscar su camino y cumplir ese sueño es algo que me inspira día a día, y nunca deja de impresionarme todo lo que puede lograr en cuestión de minutos aunque sea solo con un lápiz en un pedacito de papel.

Fa: Para mi la mente de Martín es una maravilla, la verdad no deja de sorprenderme cómo piensa las cosas y la buena memoria que tiene, me inspira además su sensibilidad, escribe cosas horrorosas, pero es como si las viviera y lo expresa de esa manera, creo que eso lo hace un buen escritor. La empatía que tiene por el mundo nos ayuda a ver todo a través de sus ojos, o sea ojalá alguna vez en la vida tenga la oportunidad de que les cuente una historia, ya sea de rock o de historia de chile o lo que sea, es como estar ahí, cautivador mi rey.

—¿Qué se viene como próximos proyectos juntos?

—Martín: Seguimos adelante con Revista La Lengua, donde llevamos ya un buen tiempo colaborando juntos, además de Canción Libro Película y nuestros proyectitos caseros. Pero en novedades, podemos ya contar que los dos estamos colaborando con proyectos de la editorial Santiago-Ander que verán la luz pronto, y donde posiblemente nos vayamos a encontrar nuevamente como equipo de ilustración y letras.

Fa: Sí, aparte de todo lo que ya tenemos en calendario, obvio que van a salir más cosas. Creo que ya está claro que somos una buena dupla, y eso nos va a ir tirando juntos hacia adelante.

—¿Por qué quisieron trabajar juntos?

—Fa: Yo trabajo en publicidad, recuerdo la primera vez que Martín me ayudó como redactor en un proyecto y fue intensísimo, me volví a enamorar de él, pero de forma profesional. Desde entonces que disfruto mucho cada proyecto que comparto con él… además es el compañero de trabajo más sexy que he tenido.

Martín: Sí, a mi me pasó la primera vez que le pedí ayuda para diseñar un fanzine. Pensé altiro que era mi compañera perfecta. Siempre que alguno empieza a pensar en un proyecto, partimos ayudándonos, sabiendo que si nos metemos juntos va a salir algo bacán. Pero también tratamos de dejarnos espacios para trabajar con otras personas, o solos, porque es importante igual poder explorar más allá de lo que cada uno sabe que el otro busca.

Fa: y soy…

Martín: Y es la compañera de trabajo más sexy que he tenido.

Francisca Gaete Trautmann
Francisca Gaete Trautmann
(Santiago, 1985) Periodista de la Universidad Gabriela Mistral. Ha trabajado para revistas, televisión y medios online. Ha seguido cursos de escritura creativa. Le encanta escribir, escuchar música. Vive en Santiago.
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