Por María Ignacia Díaz
En una mirada general de la FILSA, el evento vivido en el centro cultural Estación Mapocho entre el pasado 11 y 20 de noviembre, se pudo constatar que el regreso de la feria tuvo una muy buena acogida entre sus visitantes. Después de dos años de ausencia, la Feria Internacional del Libro de Santiago regresó con una gran variedad de sellos editoriales, múltiples actividades y una serie de homenajes a artistas y escritores chilenos.
En la muestra se pudo encontrar libros para todos los gustos y edades, entre los que se pueden destacar una serie de textos relacionados con la cultura chilena como un libro de Margot Loyola y Osvaldo Cádiz sobre el folclor chilote, uno que recorre la biografía y trabajo artístico de Lalo Parra u otro que destaca la trayectoria del rey del bolero, Lucho Gatica. Patricia González escritora de varias obras y parte de la editorial Santa Inés comentó que «nosotros producimos autores chilenos, estamos empeñados en difundir la literatura chilena independiente de que sean famosos o no sean famosos». También agregó que los libros que producen son para todo tipo de público, «hay muchos libros que son para público general, y también hay novelas fantásticas para público juvenil y también libros para niños».
Siguiendo con la cultura, también estuvieron presentes en la oferta muchos libros con contenido periodístico. Axel Pickett, integrante de la editorial Cinco Ases, nos comentó que su editorial era distinta a las demás, «es periodismo puro, muchas crónicas, muchas entrevistas, si contamos alguna historia se hace desde el trabajo periodístico y además mucho periodismo de calle». Algunos de sus libros mejor vendidos en la FILSA fueron Caciques y fuego de puro amor, libro que contiene cartas de familiares hacia exiliados políticos, o bien detenidos desaparecidos durante la dictadura.
Por otro lado, en la jornada nos encontramos con bastantes novedades, una de estas son los libros de tela para los más pequeños, llenos de actividades didácticas. Jaqueline Herrera, emprendedora y dueña del sello Babyfan libros, nos contó que «es la única editorial dedicada a los libros de tela para bebés que hay en Chile y que además son escritos en mapudungun, aimara y rapa nui». Jaqueline nos señaló también que como madre, motiva mucho a través de sus libros, ya que estos son sensoriales y cuentan con actividades para estimular el desarrollo motriz y narrativo de los pequeños.
Por último, cabe destacar que no solo libros fue lo que se vio en la FILSA, si no también juegos de mesa. Intangibles y Tricípite fueron dos editoriales que presentaron sus títulos en la feria. «Soy diseñador de juegos de mesa y ofrezco de dos tipos, juegos gráficos, ilustrados por mí, y juegos con acceso universal, eso quiere decir que lo pueden jugar tanto personas ciegas, como de baja visión» nos comentó el ilustrador Mostrenco. Puro Chamullo fue el más vendido según nos comentó el ilustrador. Cabe destacar que los manuales de juego están en la página web en lengua de señas y que en la editorial Tricípite se dedican al trabajo editorial con temática de discapacidad.
En general, la feria estuvo llena de cultura, autores chilenos, innovaciones, emprendedores y mucha historia nacional, de acuerdo al foco elegido este año por la organización, la que eligió a Chile y su patrimonio como el centro de la muestra y las actividades.