Habitación de espejos es la última obra realizada por la escritora, poeta, editora de Ediciones del Gato y parte de Auch+ (Autoras Chilenas). Es un poemario donde muestra sus experiencias de vivir durante ese tiempo en pandemia. Te invitamos a leer la entrevista.
—¿Cómo fue el proceso creativo para escribir este poemario? ¿Qué te inspiró?
—Inesperado. Tenía en mis planes escribir una novela y en principio la cuarentena se veía como la posibilidad de encerrarme y terminarla, pero no salía nada. Era tal la incertidumbre, la sensación de abandono y el contraste feroz con el ruido y movimiento de las semanas y meses anteriores que no podía abstraerme en un mundo ficticio. Entonces, la poesía brotó sin invocarla, tal vez como un acto reflejo de la conciencia para no perder la cordura. Simplemente dejé que el lápiz se moviera sobre el papel y se volcaran las imágenes que encapsulaban esas emociones y miedos que ni a una misma una se dice.
—¿Por qué quisiste abordar el tema de la pandemia y algo del estallido social?
—No fue que quisiera hacerlo. La contingencia estaba ahí, manteniéndome enclaustrada, lejos pero colándose en mi espacio a través de los medios y las redes sociales. Esta poesía es la memoria emocional de ese período, en el que se mezcló de forma desoladora el eco de la protesta y el temor a que el contagio alcanzara a mis seres queridos sin que yo pudiera hacer nada.
—¿Cómo sobreviviste a la pandemia?
—Estuve todo ese período viviendo sola con mi perra y mi gato en la que había sido la casa familiar. Esta casa se convirtió en un refugio en el que cada rincón guardaba un recuerdo, un sueño de infancia, la voz de mis padres, que entonces vivían en otra ciudad. Llené los espacios de música y llené libretas con los versos en que volcaba mi sentir.
—Tu poesía, ¿une el pasado con el presente?
—Totalmente. Creo algo de profético tienen los versos, sobre todo si se inspiran o nacen desde lo onírico. Este libro tiene mucho de pedirle al universo respuestas y esperanza, y me alegra cada vez que constato que muchos de esos anhelos se han visto cumplidos.
—¿Qué es para ti la poesía? ¿Por qué quisiste hacer este libro?
—Poesía es una forma de vivir, el saberse y sentirse parte del todo y ser a la vez la máxima expresión de la nada. Al menos yo la escribo porque no tengo más remedio que vaciarme en una hoja para entender y procesar el cúmulo de emociones que encuentra en esa vía su escape. Aquello que llaman epifanía puede ser una constante, sobre todo si se vive de una forma lo más consciente posible, estando y siendo en cada respiración, en cada movimiento. Este libro se hizo por sí mismo; mi mente solo descubrió cuáles eran el primero y el último poema, y la decisión de convertirlo en libro pasó por la necesidad de conservar la memoria emocional de este período tan cruento.
—¿Qué significan los espejos?
—En este libro son simbólicos y a la vez físicos. Mi dormitorio en la casa donde viví durante la pandemia no tiene ventanas hacia el exterior, y cuando comenzó el encierro coloqué varios espejos en ella para disipar la penumbra en que me encontraba. Este acto tuvo algo de mágico, quizás, porque entonces fue que la realidad exterior pareció comenzar a llegar de rebote, como si se reflejara en los espejos y estos fueran muros líquidos que me mantenían lejos pero no a oscuras.
—La muerte se menciona mucho en el libro, ¿qué sentido tiene para ti?
—La muerte es el final y también el principio. Algo muere y algo nace de ello. Así como el vacío contiene a la vez la totalidad, la inminencia de la muerte es el recordatorio permanente de que esto también pasará, lo bueno y lo malo, si así se le puede llamar, y el hecho de que cada minuto que pasa estamos un poco más cerca de ella solo me hace querer vivir al máximo. Una parte de nosotros también muere con cada crecimiento, con cada cosa que aprendemos, y algo nuevo ve la luz. «Si esta muerte/es el principio/transmutar en ser/divino».
—La música, ¿qué lugar le das dentro del libro?
—En el libro y en mi vida tiene un lugar de privilegio y necesidad. Casi todo el libro se escribió con música de fondo, y sus acordes y letras se entremezclaron con los versos. Cuando releo esas lyrics recuerdo con mucha nitidez el momento exacto en que algún poema se estaba escribiendo. Por eso no me da pudor decir que este libro es poesía con banda sonora. Agradezco profundamente a lxs músicxs que me ayudaron a mí y a tantísima gente a sobrellevar este período espantoso.
—¿Cuál es la finalidad de publicar Habitación de espejos?
La poesía toma nueva vida cuando sale del anonimato de la hoja escrita a mano y llega a ojos que quieran descubrirla. Es hermoso y terrible a la vez cuando te topas con comentarios del tipo “esto es lo mismo que siento, pero no sabía cómo expresarlo”. Volcarse en la palabra disipa terrores, aclara la vista, reconecta con la humanidad. Me gustaría que la lectura y el goce de la poesía fuera más transversal, menos academicista. Hay muchas personas que huyen cuando ven el formato verso, pero gozan entonando una canción. No hay mucha diferencia entre cómo abordar la letra de un tema y un poema. Sueño con que algún día un recital de poesía tenga tantos asistentes como el concierto de una banda.
—¿Para quién está dedicado este poemario?
—A todas y todos quienes sobrevivimos la pandemia en soledad. A quienes tratábamos de mantener el espíritu en alto pese a la distancia, enfrentando fantasmas y miedos que ahora son difíciles de explicar.
—¿Por qué leer Habitación de Espejos y dónde adquirirlo?
—Porque es un pequeño pedacito de la memoria emocional de un período que nos marcó como generación, y para no olvidarnos de quiénes somos al final de todo. Se puede adquirir en www.edicionesdelgato.cl, www.bigstore.cl y en librerías Qué Leo Forestal y Qué Leo 40.