Por Sofía Troncoso
¿Qué futuro les espera a los innegables protagonistas? ¿Quién decide quién muere, quién vive y quién cuenta sus historias? Ellos, sin familias, sin familia con tradición política, sin afiliación. Los ejecutados de San Gregorio, de Camilo Godoy Pichón, poemario publicado el 2023, comienza con una aclaración preliminar: se referirá a asuntos mantenidos bajo el manto de la impunidad. Detenciones ilegales, secuestros, adulteraciones de partes de detención, fusilamientos. Los ejecutados son la columna vertebral de este poemario prendado de cotidianidad, política y territorio.
Godoy habla de un idioma oculto que todos conocemos. Este idioma cae sencillo y demoledor a la vez: habla de la niñez, de la brutalidad policial, de los panoramas de fin de semana y las muertes en los calabozos. En Los ejecutados de San Gregorio está esa dualidad dulce y alerta, difícil de decantar de un solo trago, que te llama por la ficcionalidad y luego te golpea con la realidad. Porque, a pesar del intento de ficcionalizar las historias, sabemos (y no queremos reconocer) la realidad detrás de los acontecimientos ocurridos tan sólo unos días tras el Golpe de Estado. El autor plasma lo que sucede en esta población como si quisiera contar una historia delicada y aniquiladora, y no espera, jamás, a que el lector se vuelva a incorporar antes del siguiente knock-out.
Los ejecutados de San Gregorio no se trata de aquellos que deciden quién muere o quién vive, a pesar de que lo enuncia tajantemente. Sin embargo, este relato toma el rol de contar la historia de los ejecutados olvidados de esta población olvidada. Camilo Godoy, con una voz firme en su pulsión, cuenta eso que ellos no alcanzaron a contar.
Y, a ellos, toda la memoria.
(Sofía Troncoso, escritora y novelista)